Las empresas tendrán que reducir sus emisiones hasta un 25,5%
El Plan Nacional de Asignación de Emisiones (PNA) para el periodo 2008-2012, aprobado por el Consejo de Ministros del pasado 20 de julio, establece un recorte gradual de las emisiones de gases de efecto invernadero (principalmente CO2) que pueden arrojar a la atmósfera las industrias de Castilla y León. Esta reducción empezará por un 11,8 por ciento en 2008 y se irá incrementando hasta un máximo del 25,5 por ciento en el año final de vigencia del PNA, según publica el Boletín Oficial del Estado (BOE) en su edición de ayer. De este modo, si en el primer Plan, que se desarrolló entre 2005 y 2007, Castilla y León disponía de algo más de 48 millones de derechos de emisión (toneladas de CO2 o gases de efecto invernadero equivalentes), a una media de 16 millones por año, para el año 2008 se establece un montante global de 14,1 millones (un 11,8 por ciento menos); para 2009, 12,8 millones (un -20 por ciento); para 2010, 12,1 millones (un -24,3 por ciento); para 2011, un total de 11.986.811 toneladas (-25,1 por ciento); y para 2012, 11.922.837 toneladas de CO2, lo que, desde el periodo anterior, significa una reducción del 25,5 por ciento.