La comunidad se sitúa a la cola del país en el uso de nuevas tecnologías

Castilla y León ha perdido posiciones respecto al resto de comunidades autónomas en el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC). Según revela el informe anual sobre el desarrollo de la Sociedad de la Información, e-España 2007, que edita la Fundación Orange, la comunidad es la quinta por la cola en este ránking. El citado estudio apunta que el proceso de convergencia en España resulta muy desigual entre sus diferentes territorios, y Castilla y León, en concreto, ha restado dos puntos respecto al año 2004. La comunidad se encuadra en el grupo de regiones que «han perdido posiciones en términos TIC» entre el 2004 y el 2006. Según el índice de convergencia diseñado por la Fundación Orange, Castilla y León cuenta en el 2006 con 74 puntos en relación a los 97 de Madrid, los 83 de Aragón y Baleares, los 78 de Galicia o los 70 de Cantabria, lo que la sitúa en el puesto número 13. Sin embargo, en eñ 2004 su índice de convergencia era de 76, a menos distancia de los 93 puntos que entonces se adjudicaron a Madrid, y en el puesto número diez. Las 32 variables El índice de convergencia es el resultado de 32 variables, que miden el acceso de los hogares, de las empresas, los motivos de acceso a Internet o la e-Administración, entre otras cosas. Toma como fuentes los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), Eurostat y el Plan Avanza. En relación al nivel de desarrollo de la Sociedad de la Información entre el tejido empresarial, el estudio destaca que en España «se han formado dos conjuntos diferenciados de regiones». El primero está formado por Madrid, País Vasco, Cataluña, Asturias, Aragón, Navarra, Cantabria, Andalucía, Baleares, La Rioja, Galicia y Murcia, regiones con un alto nivel de acceso a las TIC por parte de sus empresas y entre las que se ha producido un «sensible proceso de convergencia» en los dos últimos años. El segundo grupo se caracteriza por el bajo nivel de acceso y está formado por Valencia, Castilla y León y Castilla-La Mancha, «que sufren un claro retroceso con respecto al 2004». La Fundación Orange sostiene que Castilla y León ha perdido casi diez puntos en el índice de acceso de las empresas a las TIC, pasando de los 76,9 puntos del 2004 a 67,6 en el 2006. En el caso de los hogares, sin embargo, se detecta una leve subida de 0,6 puntos entre los dos años de referencia. En líneas generales, el estudio revela que «el desarrollo de la Sociedad de la Información no es homogéneo en España y que la convergencia regional se está produciendo de forma irregular». En el caso de Castilla y León, la Fundación Orange advierte de que «puede alcanzar mayores cotas de acceso a las TIC», sobre todo entre el tejido empresarial. Más internautas Al entrar en el análisis más detallado, apunta que «merecen especial atención» las iniciativas llevadas a cabo por los gobiernos autonómico y central en Castilla y León, que se han visto reflejadas en la mayor tasa de crecimiento del número de internautas. Los datos del informe reflejan que el porcentaje de usuarios ha pasado del 35,61% en el 2005 al 40% un año después. Además, subrayan que «en esta última comunidad autónoma se han puesto en práctica varios programas cuyo objetivo es la incorporación de las mujeres a la Sociedad de la Información, entre los que destaca el Programa Conect@das, cuya finalidad es fomentar el conocimiento y la utilización de las TIC entre las mujeres de las zonas rurales de la comunidad». Al analizar la relación entre demanda y disponibilidad de servicios de e-Administración para ciudadanos se observan «desequilibrios». «En Canarias, Castilla y León, Navarra y la Rioja existe una elevada demanda de servicios de e-Administración, y sin embargo la disponibilidad se encuentra por debajo de la media nacional», apunta el estudio. Al aplicar el mismo análisis a la oferta y demanda de servicios de e-Administración por parte de las empresas se observa «aún más desequilibrio». En este caso, como el anterior, Castilla y León se encuentra entre las comunidades con «una alta demanda» de estos servicios pero con una disponibilidad «por debajo de la media». En conjunto, el informe advierte de que, «a pesar de que el apoyo del sector público ha aumentado», España «avanza de forma lenta y pierde posiciones relativas con respecto a los países de su entorno».