Un lugar con mucho arte La Fundación Villalar crea premios de novela histórica y artes plásticas

El «Mosaico de los Cántaros», una pieza de arte romano que cuenta con 1.500 años de antigüedad, ha regresado a su lugar de origen: «Villa de Prado». Así es esta zona urbana en la que se ha levantado la construcción de la nueva sede de las Cortes de Castilla y León, ha recibido el mismo nombre que le dieran los primeros asentamientos de romanos que se instalaron en este punto. No obstante, el hecho de que este Bien de Interés Cultural de Castilla y León se encuentre ahora presidiendo el frontal del Hemiciclo es fruto de las gestiones de la Comisión Asesora para la Dotación Artística de las Cortes, ya que los especialistas que componen este grupo, han propiciado que el Museo Arqueológico Provincial de Valladolid ceda este mosaico romano al Parlamento de Valladolid. En este sentido, la coincidencia de la proximidad física entre el lugar del hallazgo del mosaico y la ubicación de la nueva construcción, no deja de ser una oportunidad más para vincular el patrimonio cultural de esta comunidad autónoma con su espacio propio de debate parlamentario por excelencia, algo que sin duda contribuye a fijar las señas de identidad de castellanos y leoneses. Designado con ese título por el motivo decorativo de su diseño, el «Mosaico de los Cántaros» se encontró en la excavación que en 1953 se llevó a cabo en el yacimiento arqueológico de los terrenos inmediatos al edificio de las Cortes, una de las circunstancias que contribuyó a este ofrecimiento del Museo Arqueológico, que ahora está inmerso en un proyecto de remodelación por el cual se modificarán algunas de sus áreas, y en particular las zonas expositivas. La comisión El nacimiento de la Comisión asesora de las Cortes tiene su origen en la pasada Legislatura, cuando la institución parlamentaria planteó la iniciativa de incorporar obras de arte a las distintas áreas funcionales del inmueble con el objetivo de impulsar la dimensión cultural de la nueva sede. Eloísa Watenberg, Juan Carlos Elorza y Francisco Somoza, son algunos de los nombres que componen este grupo de expertos que ya ha conseguido un buen número de donaciones y depósitos de artistas distinguidos con el Premio Castilla y León de las Artes, siguiendo siempre un criterio que conjuga el estilo arquitectónico del edificio con la más selecta representación de la creatividad y la expresión artística. Otro de los numerosos logros de la Comisión tiene mucho que ver con la Filmoteca de Castilla y León, un organismo que ha cedido fotografías de José Núñez Larraz (1916-1995), el fotógrafo salmantino más reconocido y valorado internacionalmente, a pesar de que él mismo consideró su maestría con la cámara tan sólo una afición. En 1.992 obtuvo el último reconocimiento a su obra: el Premio Castilla y León de las Artes, galardón que por primera vez se concedió a un fotógrafo. En un recorrido por las estancias y pasillos de las Cortes de Valladolid merece la pena detenerse en cada pared, como por ejemplo en una de ellas en la que no se puede pasar por alto un cuadro cedido por una de las empresas constructoras del edificio: se trata de un mural de Vela Zanetti, un pintor que nació en Burgos pero que muy pronto ligó su vida a León, donde se encuentra la sede de la Fundación que lleva su mismo nombre, ya que se trasladó a esta ciudad cuando solo era un niño. Este artista, conocido por el pintor de la dignidad humana, falleció en 1999 dejando tras de sí una obra que representa sin tapujos el dolor humano frente a las injusticias sociales. También hay sitio para la escultura, claro está, como la Baltasar Lobo (1910-1993), un zamorano nacido en Cerecinos de Campos (Zamora) que vivió sus últimos días en París, la capital en la que experimentó su doloroso exilio durante la posguerra. Su legado, necesario para entender la transformación de la escultura moderna, es el paso de la figuración al informalismo. Más adquisiciones Las firmas de dos pintores como Modesto Ciruelos y Díaz Caneja, la del escultor Mateo Hernández, o la del fotógrafo Ángel Marcos, son otras de las muchas adquisiciones que la Comisión de Arte de las Cortes ha seleccionado por su indiscutible interés artístico. A ellas se sumará, desde el próximo mes de septiembre, una escultura de Venancio Blanco que se colocará en el vestíbulo principal del edificio. En esta interesante colección podría integrarse próximamente un tapiz con grabados relacionados con la historia de Castilla y de León, ya que en este momento, los expertos de la Comisión están manteniendo conversaciones con Patrimonio Nacional con la intención de obtener este preciado lienzo para el edificio de Valladolid. Para comprender el presente y construir el futuro es imprescindible conocer la historia del territorio que se pisa, y una de las formas más amenas para lograrlo sin esfuerzo pasa por algo tan cómodo como sentarse a leer un libro capaz de situar una historia de ficción en un escenario en el que se representan los hechos clave del pasado. Con esta idea, la Fundación Villalar-Castilla y León, institución que pertenece a las Cortes de Valladolid, ha creado el I Premio de Novela Histórica, una tendencia literaria a la que cada vez se engancha un público más numeroso. Además de poseer riqueza histórica, la autonomía también puede presumir de una trayectoria poblada de talentos que han destacado en el mundo de las letras, una circunstancia que tal vez haya tenido algo o mucho que ver con la decisión de dotar al ganador del certamen con la generosa cantidad de 30.000 euros en el caso de que su novela sea inédita y de 12.000 euros si la obra ya estuviera publicada. Por elección del jurado, también se otorgará un segundo galardón valorado en 12.000 euros para el primer supuesto o de 6.000 para el segundo. Las privilegiadas plumas que ya estén gestando alguna iniciativa de estas características podrán consultar las bases del concurso en www.fundacionvillalar.es, o en cualquiera de los principales portales de internet que tratan de premios literarios, teniendo en cuenta, eso sí, que el plazo de presentación de los ejemplares finalizará el 30 de noviembre. El impulso que la Fundación Villalar quiere dar a las futuras promesas culturales no deja pasar de largo otros ámbitos creativos como lo son la pintura y la escultura, por lo que con los literatos compartirán protagonismo los participantes en el I Premio de Artes Plásticas, configurándose así en este año 2007 lo que podría considerarse un interesante dúo de cazatalentos de la autonomía. Los creadores plásticos recibirán 15.000 euros si se alzan ganadores del Primer Premio Modalidad de Pintura y 3.000 euros si se hacen con el Accésit, cantidades que también se han establecido para los homólogos premiados en Escultura. La admisión de trabajos se cerrará el 31 de octubre. La Fundación Villalar se ha puesto de nuevo en contacto con las universidades de la comunidad para poner en marcha la segunda edición de su convocatoria Becas de Investigación, una apuesta para estimular investigación que se centren en los diversos aspectos de la realidad histórica.