Y de previa... cochinillo

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, realizó ayer un recorrido turístico por los principales monumentos y calles de Segovia, acompañado por su esposa, Marisa Leticia, para terminar degustando un típico cochinillo asado en el restaurante típico Cándido, situado a los pies del acueducto romano. La visita privada del mandatario se centró principalmente en el Alcázar, donde fue recibido por el alcaide y el teniente de alcaide de esta fortaleza, el coronel Manuel Vázquez y el teniente coronel Pedro Álvarez Nieto, respectivamente. El matrimonio Da Silva, en todo momento unido de la mano, recorrió las principales salas como la de Reyes, en cuyo friso están representados los monarcas de Asturias y de Castilla y León, y la estancia de Las Piñas, cuyo nombre se debe a la decoración del artesonado. Sin embargo, ambos mostraron especial interés por las armaduras medievales y por el proceso de reconstrucción que ha seguido esta fortaleza desde que fue asolada por un incendio, en 1862, cuando era sede del Real Colegio de Artillería, fundado por Carlos III. Una dedicatoria muy cariñosa con el Alcázar y con Segovia, según desveló el alcaide del singular monumento, puso fin a la visita del presidente de Brasil en torno a las 13,15 horas.El coronel Vázquez explicó que la visita de los altos representantes de Brasil ha sido como