El elevado precio y la alta demanda del cereal impide a la empresa competir en el mercado
La planta de bioetanol en Salamanca anuncia que paraliza su producción
La ley que obliga a la utilización de biocarburantes permitirá el desarrollo de esta industria
Biocarburantes de Castilla y León S.A., sociedad conjunta al 50 por ciento entre Ebro Puleva y Abengoa Bioenergía, ha decidido paralizar temporalmente la producción de bioetanol en su planta ubicada en Babilafuente (Salamanca), según informó ayer en un comunicado la sociedad. Esta planta, cuya construcción comenzó en 2003, fue diseñada para producir bioetanol destinado a su mezcla directa con gasolina en el mercado nacional, con «el fin de cumplir con los objetivos de la Directiva Europea sobre fomento del uso de los biocarburantes y con el Plan Nacional de Energías Renovables». La incertidumbre regulatoria de uso del bioetanol como carburante en España «ha obligado a Biocarburantes de Castilla y León a vender su producción en otros mercados europeos y a soportar un incremento muy sustancial en sus costes logísticos», agrega el escrito. A esta situación, se ha unido en el último año, según ha informado la sociedad, «el fuerte incremento en el precio internacional de los cereales, provocado por un elevado aumento mundial de la demanda para uso alimentario de los mismos y las malas cosechas en los países exportadores tradicionales». Estos motivos, junto a los precios del bioetanol «que no se corresponden ni con dicha subida de la materia prima ni con el precio equivalente del barril de petróleo, que hoy en día ya llega a superar los 80 dólares, impide ahora mismo a la empresa Biocarburantes de Castilla y León competir en el mercado y, en consecuencia, mantener operativa su planta en Salamanca», apuntó la sociedad en la nota. Asimismo, desde Biocarburantes de Castilla y León apuntaron que recientemente el Gobierno central ha impulsado una Ley que fija la obligación legal del uso de los biocarburantes, que se encuentra, en estos momentos, en proceso de revisión por parte de la Comisión Nacional de la Energía (CNE). Este proyecto de Orden Ministerial desarrolla el marco legislativo de incorporación obligatoria de los biocarburantes y su mezcla con los de origen fósil, cuya aprobación final «permitirá el desarrollo masivo de esta industria en España», según apuntaron desde la compañía. Este desarrollo se traducirá en la sustitución de carburantes de origen fósil con la «consiguiente reducción de las emisiones de CO 2 en todo el sector del transporte, la creación y fijación de miles de puestos de trabajo en áreas rurales, la mejora sustancial de nuestra balanza de pagos y la reducción de nuestra dependencia energética exterior», concluye el escrito enviado por Biocarburantes de Castilla y León S.A.