La Junta analiza la menor fertilidadde los buitres del Riaza y del Duratón

La Consejería de Medio Ambiente ha decidido poner en marcha un plan para comparar las poblaciones de buitres del Riaza con las del Duratón para hallar las causas de la baja fertilidad de las rapaces del primero de estos refugios en el que reside la mayor colonia europea de leonados. En 2007, el descenso de la cría de las aves que habitan en este Parque Natural alcanzó el 37 por ciento. El inicio de este estudio coincide con las conclusiones de otro trabajo científico elaborado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas en el que se han encontrado altas concentraciones de antibióticos en buitres de la Sierra del Guadarrama. Según sus autores, los efectos de estos fármacos en las aves carroñeras, especialmente en el buitre negro, podría ser una de las razones por las que las poblaciones de estas rapaces carroñeras cada vez sacan adelante menos pollos. El alimento disponible para buitres en la actualidad es carroña de ganado estabulado, principalmente porcino, al que se suministran drogas veterinarias De cien parejas, lo normal es que el 60 por ciento de las crías lleguen a volar. En los últimos años, el porcentaje se ha reducido al 30 por ciento en esta zona. Para Francisco Sánchez Aguado, director del Parque Natural de las Hoces del Riaza, «aunque es evidente que la falta de alimento puede ser una de las causas de esta regresión, queremos investigar en profundidad este nuevo escenario para conocer el problema y poder dar una solución efectiva». Análisis de pollos El estudio se contrató en diciembre del año pasado y consiste en analizar, en un periodo largo de tiempo, un número determinado de pollos y de adultos en las Hoces del Riaza y en las del Duratón. «Nos ha sorprendido que en dos colonias tan cercanas, en una de ellas no se produjese un descenso relevante y en otra, como es la del Riaza, el bajón haya sido tan espectacular», señala este biólogo, quien añade que «como todos los que trabajamos en este campo esperábamos que con el mal de las vacas locas se iba a alcanzar una situación como la que ahora padecemos». El trabajo de campo que se ha puesto en marcha incluye el radiomarcaje de algunos buitres adultos para «conocer en qué lugares acuden a alimentarse», aunque lo normal es que se dirijan a los muladares donde se depositan, principalmente, restos de ganado porcino, criado en régimen intensivo en explotaciones segovianas.