Fernández Santiago llama a avanzar en la integración ante las diferencias

El presidente de las Cortes de Castilla y León, José Manuel Fernández Santiago, apeló ayer a la responsabilidad para preservar el espíritu integrador del Estatuto de Autonomía, y más allá de las diferencias, se avance en la transformación política, económica y social para fortalecer «nuestra identidad como pueblo, crecer en los usos civiles y democráticos y alcanzar una mayor calidad de vida». En su discurso de conmemoración del 25 aniversario del Estatuto de Autonomía, Fernández Santiago ensalzó los valores de la carta magna regional en la transformación experimentada por la sociedad regional en este cuarto de siglo y lanzó, para el futuro, un mensaje de optimismo sobre las posibilidades de Castilla y León para superar las dificultades que surjan y realizar así «su decisiva aportación a la concordia» de la España Autonómica. Ante los casi 400 invitados, entre representantes del mundo de la política, agentes sociales e institucionales, el presidente de las Cortes rindió también «un sincero homenaje» a todos aquellos que, desde un sincero amor a esta tierra, han recorrido este camino y han sentado las bases de «una realidad sólida, duradera y con un enorme futuro, que hoy se llama Castilla y León». Proyecto de comunidad Con las novedades en esta edición de la aprobación el pasado mes de diciembre de la tercera reforma del Estatuto de Autonomía y la celebración en la nueva sede de las Cortes, remarcó que el nuevo texto, aprobado también por un gran consenso de PP y PSOE, es sobre todo «un auténtico proyecto de comunidad», recordó que en él se establecen principios y valores que definen a Castilla y León y concluyó que apunta «algunos de sus caminos en los próximos años». «Afrontamos nuestro porvenir con un nuevo Estatuto de Autonomía, fruto de una reforma plenamente constitucional, profunda, rica en contenidos, de gran calidad jurídica y, sobre todo, construida desde el acuerdo de las principales fuerzas políticas y sociales de la comunidad», resaltó. Más aún subrayó que se trata de «un punto de encuentro» de la mayoría de los ciudadanos, que, además, se conforma como un instrumento básico para que la sociedad castellano y leonesa pueda ser cada vez «más próspera, más justa y más solidaria». Según el presidente de las Cortes, los ciudadanos perciben ya el modelo de convivencia que ha instaurado el Estatuto no sólo como «el mantenedor de una identidad histórica», sino como «un poder cercano, capaz de proporcionar con eficacia los servicios que precisan las personas, que ha hecho posible, en gran medida, la prosperidad que ha tenido nuestra tierra en todos estos años y se conforma como la más evidente garantía para su futuro». Fernández Santiago abogó, en el nuevo tiempo que se abre, por una comunidad rica en valores, tolerante y alegre, construida desde la prudencia y la sensatez, sin renunciar «nunca» a la utopía, que «destierre cualquier complejo y que participe en el proyecto común que se llama España desde la solidaridad con todos los territorial».