El plan Vive espera reactivar la economía tras renovar el parque automovilístico

El Plan Vive -Vehículo Innovador, Vehículo Ecológico- es, desde ayer, una de las medidas que el ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero pondrá en marcha para hacer frente a la actual crisis económica, y paliar sus efectos en una industria tan importante como la automovilística. El Vive contará con 1.200 millones de euros -200 en el 2008, 500 para el 2009 y otros tantos para el último año-, con lo que esperan que se renueven en ese plazo al menos 240.000 vehículos. El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, fue el encargado de presentar oficialmente el plan en la factoría Renault de Valladolid, donde explicó las condiciones que debe contar un vehículo para optar al Vive. Así, el beneficiario del nuevo coche deberá retirar su antiguo vehículo de al menos 15 años de antigüedad para poder adquirir otro; la financiación será a tipo cero para los primeros 5.000 euros, lo que se traducirá en 1.040 euros de subvención por coche. En la práctica, para un vehículo de 13.000 euros, el importe medio de un utilitario, el tipo de interés por el total del préstamo se situará alrededor del 5% frente al 8,5% actual de media del mercado. Pero el nuevo coche también deberá reunir unas determinadas condiciones: sus emisiones serán de menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro, los denominados vehículos ecológicos, o bien un máximo de 140, «siempre que incorpore sistemas de control electrónicos de estabilidad y detectores presenciales en plazas delanteras» -llamados vehículos innovadores-. Además, su coste será inferior a 20.000 euros. Contra la desaceleración El Plan Vive cuenta con un cuádruple objetivo encabezados por el de «suavizar los efectos de la desaceleración» en el sector. Además, el ministro aseguró que esta medida ayudará a reducir la siniestralidad en las carreteras españolas renovando el parque automovilístico, lo que reducirán en más del 5% los accidentes y supondrán 3.000 víctimas menos, según datos ofrecidos por el propio Sebastián. En tercer lugar, se espera que el Vive contribuya al ahorro de petróleo, ya que si todos los coches de más de 15 años se acogieran a este plan, «se dejarían de consumir 5.500 millones de litros al año, lo que ahorraría unos 4.000 millones de euros en exportaciones». El último de los objetivos pasa por la mejora del medio ambiente y el cumplimiento del protocolo de Kyoto, firmado en 1997. La puesta en marcha del plan contribuirá a reducir hasta 200.000 toneladas de dióxido de carbono al año, lo que tendrá su repercusión económica, con el ahorro de 5 millones de euros: «tendrá el mismo efecto que si se plantara un árbol por cada español, lo que demuestra que la actividad económica no está reñida con el desarrollo sostenible». Para lograr estas cifras, el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio firmará próximamente un convenio con el Instituto de Crédito Oficial para financiar los nuevos vehículos adquiridos en el Plan Vive. El documento, que fue aprobado el pasado viernes por el Consejo de Ministros, definirá los términos en que la administración y el ICO ayudarán a la financiación de los nuevos coches. El convenio permitirá financiar hasta el 100% del precio de venta del nuevo vehículo, incluido el IVA y excluido el impuesto de matriculación. De esta forma, el plan pretende «mantener la actividad del sector de la automoción, rejuvenecer el parque automovilístico y reducir la edad media de los coches, disminuyendo la siniestralidad vial».