La economía crece un 1,8% en seis meses, el peor dato desde el 2001

El crecimiento de la economía en Castilla y León durante el segundo trimestre del año se situó en un 1,8%, ocho décimas menos que durante los tres meses anteriores. Se convierte así en el peor dato registrado desde el 2001, año en que el ejecutivo autonómcio comenzó a publicar estos datos económicos. La desaceleración registrada en la comunidad es igual a la que se ha vivido en el resto del país, y «es el resultado del recorte en las tasas de crecimiento de la demanda interna», aclaró la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo. Aún así, hay motivos para frenar el pesimismo más rotundo: Castilla y León crece por encima de la llamada zona euro y el resto de la Unión Europea, que fijan sus tasas en 1,5% y 1,7% respectivamente. «Los indicadores que conocemos cada día nos hacen pensar que la situación empeorará durante los próximos dos trimestres», aseguró del Olmo, que definió estos datos como «poco halagüeños». Sin embargo, prefirió no desvelar cómo influirán estos números en la economía de la comunidad y en las cuentas públicas, una información que expondrá mañana miércoles en una comparecencia, a petición propia, ante la Comisión de Hacienda. La construcción fue el sector más afectado al pasar de un crecimiento del 0,7% a caer un 1,2%, debido en parte a la menor la edificación, un aspecto que pretende ser paliado en parte por la obra pública. Al sector del ladrillo le sigue la industria, que registró un descendo del 0,8%, frente al crecimiento del 0,7% del trimestre anterior. Dentro del sector de la industria, el textil, los productos no metálicos y el material eléctrico fueron las ramas más perjudicadas. Las ramas energéticas también arrojaron un crecimiento negativo del 1,2%. La consejera explicó además que la caída en la demanda de bienes destinados al consumo final en las familias y al consumo intermedio en los sectores productivos, constribuyeron a esa evolución negativa. En cuanto al empleo -medido en puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo-, creció un 0,2% en el segundo trimestre, lo que le aleja de la evolución favorable registrada durante el periodo enero-marzo, en el que llegó a los 1,6 puntos. El sector primario es el único que registra un mejor comportamiento del empleo, con un aumento del 2,3%, mientras que el ritmo de crecimiento en los servicios se desacelera, y desciende en el caso de la industria y la construcción. También sufrieron fuertes desaceleraciones el sector servicios -con cinco décimas menos hasta llegar al 2,8%-, la demanda interna -cuya aportación fue de 1,6 puntos, uno menos que en el periodo anterior-, el gasto en consumo final -que pasó de un 2,9 a un 2,1%- y la inversión, que creció tan sólo un 0,2% frente al 1,7% del trimestre precedente. La parte más positiva la ponen las ramas primarias, que crecieron seis décimas por encima del trimestre anterior, llegando hasta el 3,6%. El incremento de la cosecha durante este año y la contribución positiva de la producción láctea en ell sector ganadero favorecieron ese crecimiento. Además, el saldo exterior registró una contribución positiva de dos décimas sobre el PIB, frente al efecto neutro del trimestre anterior. Sin embargo, en este periodo se desaceleraroon las exportaciones y las importaciones, con crecimientos del 1,4% y 1,2% respectivamente.