Objetivo social más allá de la restauración
La segunda fase del eje monumental de Astorga, la segunda de la rehabilitación de la iglesia de Santa Marina en Benuza, la rehabilitación del apeadero de Bercianos del Real Camino, el palacio de los Allende en Burón o la iglesia parroquial de Jiménez de Jamuz son algunos de los edificios que se han recuperado o están en fase de hacerlo gracias al programa Arquimilenios, Arquitectura entre dos Milenios, que desarrolla la Consejería de Fomento. El programa tiene como objetivo la actuación en la recuperación del patrimonio histórico artístico de Castilla y León, con una atención especial al mundo rural, según destaca el consejero, Antonio Silván. «El objetivo de Arquimilenios es recuperar aquel patrimonio que no está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), pero que tiene un valor artístico, histórico y cultural que merece su recuperación», explica Silván. El consejero explica que la puesta en marcha de este programa hace ya unos años se denominó Arquitectura entre dos milenios, y «a través de él hemos ejecutado una serie de actuaciones de gran relevancia en materia de recuperación arquitectónica. Los resultados alcanzados son excelentes». Criterios El programa Arquimilenios requiere que exista una propuesta formulada por el propio municipio o por la institución titular del edificio; y además es necesario que se garantice un uso público de la edificación con la actuación que se quiera realizar y la posterior conservación. En cualquier caso, el edificio a rehabilitar o su entorno deben tener algún tipo de valor arquitectónico. Antonio Silván destaca que dentro de este proyecto tienen preferencia actuaciones enmarcadas en las líneas de actuación de la Junta de Castilla y León, como son las actuaciones a ejecutar en el Camino de Santiago, la Ruta de la Plata, el Canal de Castilla, los espacios naturales o las ciudades que son patrimonio de la humanidad. Además, entre los requisitos se contempla que el coste de la actuación sea proporcionarl a los objetivos que se pretenden. Además, la distribución de las actuaciones debe estar equilibrada territorialmente, «de forma que no exista primacía de actuaciones en una provincia con respecto a otra». El consejero indica además que Arquimilenios no sólo pretende la recuperación arquitectónica de los edificios, sino que fundamentalmente se trata de recuperarlos para dar un servicio a los ciudadanos, para acoger actividades que dinamicen la vida social y cultural de las localidades.