López asegura que trabajará con «ambición» por el «cambio» en la Junta

El secretario del PSOE en Castilla y León, Óscar López, afirmó ayer que quiere ser presidente de la Junta porque ésta «no es una comunidad de segunda, ya que goza de las mimas competencias que otras autonomías como Cataluña». El nuevo líder de los socialistas, que inauguró el XIII Congreso Provincial del PSOE de Soria, insistió en que la comunidad necesita un «cambio y ambición», dirección en la que trabajará en los próximos años. Reconoció que el Partido Popular ha realizado cosas en esta tierra en sus 21 años de gobierno, si bien han transcurrido «sin ambición». «Por eso hay que construir un liderazgo con ganas e ilusión de trabajar por la Comunidad», insistió, para adelantar que quiere un cambio para esta tierra y que apostará por todas las provincias. En este punto, avanzó que cuando sea presidente hará un plan para la provincia de carácter autonómico, que complete al Paes del Estado. López acudió a San Esteban de Gormaz acompañado por la vicesecretaria del PSCyL y secretaria de Estado de Servicios Sociales, Familia y Discapacidad, Amparo Valcarce, y del secretario de Organización de la formación, Pedro José Muñoz. En el primer congreso provincial que participa tras ser elegido secretario autonómico, advirtió al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, que los recursos «no están para atacar» al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sino para ponerlos a disposición de los servicios que se prestan a los ciudadanos. En su reunión con el jefe del Ejecutivo regional, que se celebrará este miércoles, 1 de octubre, en Valladolid, avanzó que le propondrá un paquete de medidas económicas para hacer frente a la crisis y que acudirá con talante, a «diferencia de lo que hace Rajoy cuando se reúne con Zapatero». Él, mantuvo, no acudirá a «insultar o descalificar». Para el secretario de los socialistas, uno de los principales problemas a los que se enfrenta Castilla y León es el desequilibrio territorial, «que hay que corregir», así como apostar todo por los servicios públicos, como la sanidad, la educación y los servicios sociales, y no por la privatización. En este punto, se refirió a la «privatización encubierta» de la residencia Virgen del Duero, en la localidad donde se celebró el Congreso, «que ha provocado muchos despidos».