El 21,4% de los castellanos y leoneses prefieren acudir a la sanidad privada

El 21,4% de la población castellana y leonesa escoge la sanidad privada frente a la oferta pública del Sacyl, una cifra que varía según los servicios evaluados, y que toma especial relevancia en el ámbito de las consultas a especialistas. En ese caso, uno de cada tres pacientes prefiere acudir al servicio privado, frente al 59% que opta por utilizar la sanidad pública. El resto, más del 8%, no demuestra preferencia alguna hacia una u otra opción. En el caso de la atención pediátrica, las personas que optan por la sanidad privada se reducen hasta el 23 %, aún por encima de la media, frente al casi 70% de quienes confían la salud de sus hijos al Sacyl. Las consultas de medicina de familia y las intervenciones quirúrgicas presentan valores similares que en ambos casos superan el 17,5% de personas que acuden al ámbito privado. El servicio público sanitario que más confianza recibe por parte de los usuarios son las Urgencias, donde casi 8 de cada 10 personas eligen el Sacyl, frente a 16% que se decanta por lo privado. Son datos obtenidos del Barómetro Sanitario que cada año lleva a cabo la Junta de Castilla y León con el objetivo de identificar las áreas mejor valoradas y los ámbitos que necesitan una mejora. Las cifras, que demuestran que el servicio sanitario público de Castilla y León aún cuenta con algún recelo entre la población, «están fuertemente influidos por los tiempos de espera», tal y como reconoció la directora general de Planificación, Ana Hernando. A este respecto, el consejero de sanidad, Francisco Javier Álvarez Guisasola, reconoció la necesidad de intervenir en las agendas médicas como primer paso para solucionar la saturación de las listas de espera, un problema que se ha convertido en uno de los aspectos peor valorados por la población. De hecho, el 42% de los usuarios del sistema sanitario valora de forma negativa el sistema de listas de espera. Los servicios que cuentan con mayores retrasos, y por lo tanto los que presentan más quejas de los usuarios, son las consultas de especialistas y las intervenciones quirúrgicas. De forma global, los ciudadanos valoran el sistema sanitario de Castilla y León con un 6,5, muy similar al resultado obtenido el año pasado, que quedó fijado en 6,6. La percepción de los usuarios no ha mejorado, algo que según Guisasola se debe a que se parte de un nivel muy alto que es difícil de mejorar: «si partiéramos de un dato muy negativo, el margen de mejora sería mayor, pero en este caso, la satisfacción de los castellanos y leoneses es elevada».