La Calre firma la Declaración de Euskadi de apoyo al Tratado de Lisboa como norma básica europea
Fernández Santiago cree que la política regional europea debe activar la economía
El presidente de las Cortes reivindica la igualdad entre ciudadanos y el desarrollo sostenible
En épocas de dificultades, toda ayuda es poca, por ello, el presidente de las Cortes de Castilla y León, José Manuel Fernández Santiago, reclamó la política regional europea como agente activo necesario en la actual situación de crisis. Sus acciones deberían estar encaminadas hacia la activación económica, la generación de empleo y la inversión productiva, según las palabras del propio presidente. La reunión que la semana pasada mantuvieron los presidentes de parlamentos autonómicos de la Unión Europea, la Calre, en el País Vasco, contó con la presencia de Fernández Santiago, que incidió en la necesidad de liderar un movimiento inversor de cara a contribuir a la solución de la crisis, un compromiso que se uniría a otros como la garantía a todos los ciudadanos de los servicios esenciales. «Conectar territorios significa, además de garantizar unas buenas conexiones de transporte, un acceso adecuado a servicios como la asistencia médica, la educación o la energía sostenible», defendió el presidente en la primera jornada de la Sesión Plenaria de las Calre. En la cita, que contó con la presencia del presidente del Comité de las Regiones, Luc Van den Brande y de la comisaria de Política Regional de la Unión Europea, Danuta Hübner, Fernández Santiago también apostó por la convergencia de los territorios a través de la política regional europea, de forma que se garantice a todos los ciudadanos, pero especialmente aquellos que viven en el ámbito rural, los servicios esenciales que precisan. De esta forma, su calidad de vida no se verá condicionada por el territorio o la zona en la que residan, una circunstancia que se vive con especial intensidad en una comunidad tan extensa como Castilla y León. La comisaria de Política Regional de la UE, Danuta Hübner, señaló a este respecto que el actual Libro Verde sobre la Cohesión Territorial Europea, incluye estas cuestiones, y se mostró de acuerdo en que la diversidad territorial europea constituye un recurso «de vital importancia» para promover el desarrollo sostenible del conjunto de Europa.