| Reportaje | Las empresas afinan su aportación |
Crisis también en la solidaridad
Pese a que ha crecido un 30% el volumen de familias que necesitan ayuda, las empresas que entregan productos a los bancos de alimentos ajustan sus donaciones a fin de año
efe | valladolid
La crisis económica ha incrementado no sólo cerca del treinta por ciento el número de familias que requieren de la ayuda del banco de alimentos en Valladolid sino que ha obligado a las empresas que donan a «afinar más para que no les sobre nada y no tengan pérdidas».
Así lo ha explicado hoy el presidente del banco de alimentos de Valladolid, Mariano Posadas, poco antes de inaugurar, junto al alcalde de la capital, Javier León de la Riva, la segunda nave que cede en uso el Consistorio para contribuir a la labor benéfica de esta institución.
Si el año pasado eran 14.000 las familias necesitadas en Castilla y León de los servicios de esta entidad, este año se elevan a unas 18.000, lo que supone un incremento del 28,5 por ciento, y dos millones de toneladas de alimentos al año repartidos, a través de las doscientas instituciones que utilizan este banco de alimentos, que pueden ser más cuando concluya 2008.
Vieja demanda
León de la Riva ha afirmado que con la cesión de esta nave se responde a la vieja demanda de esta institución de contar con una segunda instalación, cercana a la ya existente en el Callejón de la Alcoholera de la capital, que permitirá duplicar el espacio para almacenaje y ahorrarse el gasto en alquiler de los espacios que utilizaban actualmente para ese fin.
El regidor ha ironizado con la estrategia jesuita del banco de alimentos de pedir primero la escarpia, luego el cuadro, la pared y finalmente quedarse con la casa, en relación a esta segunda nave, que ocupaban los servicios de mantenimiento del Ayuntamiento, que pasarán a otras dependencias municipales.
«Desgraciadamente cada vez hay más demanda» de los servicios del banco de alimentos por la crisis, ha observado León de la Riva.
Posadas ha referido que han notado que los inmigrantes necesitan más de los alimentos no perecederos que entregan, que incluyen una compra normal, pero también «gente normal».
En Navidad siempre se incrementan las peticiones y el banco procura responder a estas fechas con «algo más», como los típicos turrones o polvorones con los que ayudar a pasar estos malos tiempos.
También los servicios sociales del Ayuntamiento de Valladolkid se encuentran «a tope» para afrontar el momento de dificultad de las familias, lo que ha obligado al consistorio a endeudarse, según ha recordado el alcalde, para quien antes que hacer una calle está ayudar a los más desfavorecidos.