El Ejecutivo confía en la seguridad de Garoña y reclama un debate nacional sobre la energía nuclear
El presidente Herrera se reunirá con el ministro José Blanco el día 2
La principal reivindicación será la autovía del Duero, que la Junta quiere que esté en el 2012
De Santiago Juárez, en un momento de la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno
valladolid
La agenda que marcará la próxima reunión del presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, y el ministro de Fomento, José Blanco, no hace más que engordar. La comunidad adolece de infraestructuras importantes para su desarrollo, y el Gobierno autonómico pretende conseguir compromisos en todas ellas. Pero la actualidad manda y la reciente polémica en torno a la futura autovía del Duero se ha colado en la cita. Lo que hasta ahora era un proyecto totalmente paralizado tiene ahora un horizonte temporal impuesto desde Castilla y León; la Junta marca el 2013 como fecha tope para que la N-122 se haya convertido en autovía, tal y como señaló ayer el portavoz de la Junta, José Antonio de Santiago Juárez.
Contundencia, la que marca esta propuesta de la Junta es de lo que carecen otras infraestructuras, como la autovía León-Braganza, que sigue sin cosechar acuerdos palpables entre las dos administraciones implicadas. Tal vez tras la reunión de Herrera con Blanco el próximo martes se conozca algún detalle más de esta vía que aspira, por lo menos, a entrar en el Plan Estratégico de Infraestructuras (Peit), aunque la vía hacia el norte de Portugal irá incluida en un popurrí de propuestas en las que se analizará el estado de las infraestructuras viarias y ferroviarias de la comunidad, así que, a priori, parte con menos peso en la reunión.
El encuentro también incluirá una revisión del estado de las obras viarias que ya están comprometidas desde el gobierno y para las que la Junta pide un esfuerzo especial con el que acelerar su marcha.
Pero el Consejo de Gobierno celebrado ayer no sirvió sólo para fijar la autovía del Duero como prioridad en las infraestructuras de la comunidad; el consejero de Presidencia también valoró la propuesta del ex ministro de Trabajo, Jesús Caldera, de cerrar la central nuclear de Garoña, en Burgos. La Junta se amapara en los informes del Consejo de Seguridad Nacional que avalan la seguridad de la planta burgalesa para rebatir las opiniones de Caldera. Además, De Santiago Juárez encontró en los empleos que proporciona Garoña un arma contra los argumentos del ex ministro: «No sé si habrá pansado en los mil puestos de trabajo de la central, debería explicarlo», señaló.
Por contra, el portavoz se posicionó más cerca del ex presidente del Gobierno, Felipe González, que ante la polémica abogó por la apertura de un debate sobre el futuro de la energía nuclear en España.