Herrera califica de «catástrofe y un nuevo desaire» el cierre de Garoña

El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, calificó ayer de «catástrofe» el posible cierre de la central de Santa María de Garoña (Burgos) y un «nuevo desaire» a Castilla y León, una «comunidad que no mete ruido». Además, manifestó su «serena y profunda preocupación» en las «vísperas» del Consejo de Ministros en el previsiblemente el Ejecutivo central decidirá no prorrogar su actividad diez años más. Una decisión que a su juicio demostrará que se trata del «peor Gobierno de la democracia en el peor momento de la democracia».

En ese sentido, Herrera no analizó las cuestiones y factores energéticos que existen para determinar la importancia de la planta. Sin embargo, se refirió a la «seguridad institucional» que reflejaría una decisión contraria al mantenimiento de la actividad de Garoña.

Al respecto, explicó que los políticos, que se «visten por lo pies», deben respetar el dictamen del Consejo de Seguridad Nuclear puesto que este órgano recibe información técnica sobre el funcionamiento de las centrales españolas y porque todos los grupos políticos se comprometieron a aceptar el contenido de su informe, que se conoció a principios de este mes.

Además, afirmó que el país ofrece una imagen negativa ya que las cuestiones ideológicas y políticas determinan una decisión relativa a la seguridad ciudadana.

Finalmente, sostuvo que el cierre de la central mantiene un millar de empleos y unas 90 empresas en la comarca. Por ello, Herrera señaló que su cierre constata la poca «sensibilidad social» del Ejecutivo central con los trabajadores en un momento «castastrófico» para el empleo.

Por su parte, el secretario de Política Económica del PSOE de Castilla y León, Julio López, ha defendido que el cierre de la central nuclear de Garoña no supondrá un «trauma» para la zona y arremetió contra el «uso partidista» que está haciendo el PP sobre un tema «tan sensible».

Julio López señaló que la clausura de las instalaciones, tras finalizar su vida útil, «no es un capricho» de su partido, sino que está dentro de su programa electoral, que está «para cumplirlo».

El dirigente del PSOE aseguró entender las movilizaciones de los trabajadores de la central, ante la incertidumbre sobre su futuro, pero recordó que la clausura se producirá dentro de dos años, y el proceso de desmantelamiento, que será «largo», llevará aparejada la creación de más empleos que los vinculados actualmente a la infraestructura nuclear.

Asimismo, remarcó que «hay tiempo de sobra» para el diseño y la puesta en marcha de un programa de reactivación económica en la comarca.

Greenpeace, Ecologistas en Acción y la Asociación de Vecinos Afectados por la Central Atómica de Garoña (Avaca) denunciaron hoy la actitud «hipócrita» de la Junta y del Partido Popular ya que defienden que se mantengan las centrales, pero luego no quieren los cementerios.