Reportaje | B. S. Olandía
Una foto fija de León
Los criterios del plan retratan la realidad de la provincia
El Plan de Convergencia, que verá la luz el próximo año, podría traer interesantes beneficios a León, al menos, si se atiende a las escuetas bases presentadas ayer por el portavoz de la Junta, José Antonio de Santiago Juárez, y el secretario autonómico de los socialistas, Óscar López.
En teoría, gran parte de esos 900 millones -”300 cada año-” irán a parar a las zonas más desfavorecidas de la comunidad, aquellas que llevan acumulando retraso y diferencias durante los 25 años de vida de la autonomía. Con los criterios de la mano, se comprueba que tendrán preferencia las zonas con menos evolución de la población, menor porcentaje de población joven, mayor envejecimiento, menos afiliados a la Seguridad Social, más afiliados al Régimen Especial Agrario, más parados y mayor dispersión.
Seguro que les suena; parece el recuento de la quiniela ganadora de la jornada, pleno al 15 incluido. León cumple con todos los requisitos y debería ser, el teoría, una de las principales beneficiarias del plan. En teoría. Porque la experiencia obliga a tomar estos parámetros con pinzas y aplicar la paciencia hasta que empiece la aplicación del plan, allá por el 2010.