Diario de León

Parte de los Principia y el Pretorio podrían estar debajo de San Pelayo 8

La excavación saca a la luz restos de un gran edificio con una piscina que podría haber sido utilizada como ninfeo, estanque o como parte de unas pequeñas termas

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cristina fanjul | león
León

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Un gran edificio -"quizás el Pretorio, puede que parte de los Principia-" descansa en el solar de San Pelayo 8, uno de los puntos calientes del yacimiento romano de León. Allí acaba de terminar la excavación realizada por el arqueólogo gallego Francisco Manuel Hervés Raigoso.

Este solar es, además, un «molde» con el que puede estudiarse la historia de la ciudad a lo largo de los siglos. Así, los vestigios se sobreponen desde el siglo I hasta la edad moderna en una cronoestatigrafía que haría necesaria una excavación más amplia. Uno de los primeros restos que se hallaron en esta parcela fueron los de una piscina o estanque de época augustea, de unas dimensiones de 4,80 por 3,60 metros cuadrados. Se sabe que se trata de una piscina porque se encontró el cordón hidráulico que lo sellaba. Esta construcción descansa además sobre otra anterior que puede datar de la época de la Legio VI Victrix. Aún no se ha determinado si se usó como ninfeo (altar dedicado a las deidades acuáticas), con lo que este lugar podría ser parte del edificio religioso de los Principia, o bien son restos de unas termas pequeñas de la residencia del comandante en jefe, con lo que estaríamos hablando del Pretorio. Para saber con seguridad de qué se trató habría que iniciar una segunda excavación y desmontar esta construcción desde arriba.

Mosaicos y pinturas murales . En cualquier caso, se trató de un gran edificio, con unas dimensiones importantes y estancias anchas. En el yacimiento se han encontrado huellas de teselas decorativas pertenecientes a mosaicos ya perdidos, así como pinturas murales y restos de mármol, lo que da una idea de la personalidad que albergaba el edificio. Asimismo, las catas han desenterrado varios sellos de la Legio VII Gemina, así como tégulas con restos de escritura y huellas de sandalias y animales. En el siglo III, la piscina se remodeló y comenzó a utilizarse como entrada de aire caliente para el edificio principal.

El inmueble se recondujo y se reaprovechó en plena Edad Media (siglos IX y X) para albergar un edificio cuyos usos se desconocen pero que tuvo que ser importante. Se han descubierto varias vasijas, algunas de ellas enteras, que en la actualidad están siendo estudiadas por expertos de la Universidad. Con posterioridad, volvió a abandonarse y allí se instalaron fábricas con actividad metalúrgica. Las excavaciones han sacado a la luz hornos circulares que no se suelen encontrar con esa profusión.

Asimismo, los trabajos han descubierto numerosas tumbas en un ámbito funerario que corresponde a varias épocas. Hay sepulcros de dos clases. Algunos son tumbas de carácter arquitectónico, construidas con calizas y areniscas, mientras que otras, más antiguas, están excavadas en el terreno y han sido cubiertas con pizarra. Incluso han aparecido los restos de varios niños (como el de la imagen) perfectamente conservados.

Con esta investigación se esclarecerá un poco más parte de la historia romana de la ciudad. Y es que las más de 200 excavaciones llevadas a cabo desde la entrada en vigor en 1993 del Plan Especial del Casco Antiguo sólo han permitido desenterrar un 30% del pasado romano.

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