Ocho jóvenes inadaptados protagonizan «Generación Ni-Ni»

Carentes de ilusiones y sin ningún proyecto de futuro. Así son los ocho jóvenes que protagonizan desde hoy en La Sexta Generación Ni-Ni y que toma el relevo en la parrilla de otros programas de autoayuda o reeducación como Curso del 63 o Supernnany . Producido por Bainet, Generación Ni-Ni intentará que cinco chicos y tres chicas, de entre 16 y 25 años, recuperen valores tan importantes como el esfuerzo y la responsabilidad. Para ello, los jóvenes serán encerrados en una casa por un período estimado de seis semanas (aunque el programa durará tres meses) y contarán con la ayuda de dos terapeutas con experiencia en el trato con jóvenes desadaptados. «Se trata de un reality que refleja bien una problemática ya arraigada dentro nuestra sociedad», explica Esperanza Martín, directora de programas de La Sexta.

Sondeos. Y es que el espacio toma como base un reciente estudio de Mestroscopia en el que se estima que un 15% de los jóvenes españoles ni estudian ni trabajan ni tienen intención de hacerlo, y que más de la mitad de la juventud no tiene proyecto alguno por el que sentirse ilusionado. El programa cuenta con el que fuera director de Gran Hermano durante siete ediciones, Roberto Ontiveros. Un profesional curtido en esto de los realities que ya avisa de lo especial del nuevo espacio. «Su particularidad es que dos psicólogos convivirán con los chicos y vigilarán sus conductas en el día a día».

Éstos serán Silvia Sanz y Alberto H. Buale. Dos profesionales que impondrán a los chicos una disciplina de normas, responsabilidades y tareas «acordes con la vida real». «Es una experiencia totalmente nueva porque no es lo mismo tratar con ellos en una consulta que vivir con ellos», explica Buale, terapeuta que hasta hace poco trabajaba para la Comunidad de Madrid ayudando a adolescentes. Mientras su compañera Silvia, destaca la importancia de la constancia en su labor. «Tenemos que estar muy encima para hacerles ver que no pueden tirar la toalla ya. Son muy jóvenes y pueden hacer muchísimas cosas». Durante su encierro, los jóvenes tendrán que trabajar y valorar el esfuerzo porque su sustento dependerá de la remuneración que obtengan en el trabajo. Además, serán los encargados de realizar todas las tareas domésticas, una rutina a la que no están nada acostumbrados. Los padres, en parte culpables de la inactividad y desgana de sus hijos también tendrán un hueco en Generación Ni-Ni. Serán testigos de la evolución de sus familiares y en ocasiones participarán en la dinámica de reeducación. «Son ellos los que han metido a sus hijos en el programa. Casi todos están desesperados».