San Isidoro instalará dos sistemas para ahuyentar a las palomas
En la Catedral palomas y cigüeñas han provocado daños incalculables, aunque la destrucción de sus nidos y el uso de halcones han acabado con las aves en este templo
Dos palomas en el pórtico occidental de la Catedral.
Durante siglos han atacado a la Catedral y San Isidoro. Son una plaga difícil de exterminar. Palomas y cigüeñas se han convertido en seres «non gratos» por sus efectos nocivos contra el Patrimonio. Los daños que han provocado en los dos principales monumentos de la capital leonesa son incalculables.
En Venecia, devorada también por miles de palomas, cuyos excrementos corroen día a día la ciudad italiana, han estimado que cada paloma que sobrevuela la ciudad de los canales le cuesta al ayuntamiento diez euros al año en tareas de limpieza y otros 23 euros en el mantenimiento de los monumentos. En total, 43 euros por ave; y hay miles.
La Junta de Castilla y León, que en breve cofinanciará la mayor restauración de la historia de San Isidoro -”presupuestada en 4,2 millones de euros y que permitirá rehabilitar la fachada principal y el Panteón Real-”, instalará en la colegiata románica dos sistemas para ahuyentar a las palomas. El primero de ellos y más generalizado, es el de impulsos electrostáticos; el segundo sistema es el tradicional de pinchos, para evitar que se posen en zonas determinadas. Las zonas para el trazado de las líneas electrostáticas serían la moldura inferior del friso de coronación de la fachada y el alero sobre la puerta del Cordero.
El equipo eléctrico emisor de impulsos se situará en la zona del coro alto y el cableado se ocultará siguiendo el trazado de la cubierta y las molduras interiores. Básicamente, según fuentes de la Junta, el sistema electrostático se basa en la distribución de impulsos electrostáticos (picos de tensión de breve duración: 80 microsegundos) sobre todos los elementos arquitectónicos a proteger contra las palomas. La Junta asegura que «Cada elemento de la instalación y cada detalle constructivo serán estudiados y realizados para garantizar que, una vez establecido y puesto en tensión, la instalación no necesite intervenciones de mantenimiento».
Los precedentes. Existe un buen número de antecedentes de protección de monumentos en España con este tipo de sistema: la Catedral de Sevilla, la Mezquita de Córdoba (Puertas del Perdón, Santa Catalina y Las Palmas), la Basílica de Santa María de Elche, la Catedral de Jaca, el Instituto Italiano de Cultura de Madrid, las catedrales de Oviedo y Valencia, la Iglesia de Santa Engracia y el Teatro Princi-
pal en Zaragoza, y la Casa-Palacio Museo de Historia en Tarragona, entre otros.
En la Catedral de León, sometida también a una magna restauración conocida como El Sueño de la Luz, hace tiempo que ya no anidan las cigüeñas, cuyos pesados nidos hicieron tambalear pináculos y elementos «delicados» del templo gótico. Tras eliminar todos los nidos, han impedido que las aves los reconstruyeran.
Llegó a haber cincuenta nidos de cigüeñas en un edificio que, en algún momento, tuvo graves problemas en su estructura. En cuanto a las palomas, en la Catedral han utilizado un sistema infalible: un halcón. Según fuentes del Cabildo, aparte de que las cigüeñas fueron una amenaza para pináculos y otros elementos ornamentales, los continuos despojos que caían de los nidos -”desde palos hasta plásticos-” atascaban los sistemas de desagües.