Diario de León

Una casa futurista acogerá el próximo «Gran hermano»

Más de cuatro millones y medio de espectadores, un 30% de la audiencia total, vieron la despedida de la edición número once

Ángel, ganador de la última edición de este «reality».

Ángel, ganador de la última edición de este «reality».

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yolanda veiga | madrid
León

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La casa de Gran Hermano 11 cerró en la madrugada del jueves sus puertas para abrir otras: las de la próxima edición, una casa futurista que albergará a los concursantes de la duodécima entrega, ya anunciada pero todavía sin fecha. La final del reality más popular y comentado de la tele confirmó lo que vaticinaban las encuestas de Internet, el triunfo de Ángel. El madrileño, profesor de pilates de 32 años y el hippy de esta edición, barrió a las gallegas Pilarita y Saray (madre e hija) y acaparó casi el 80% de los votos.

Fue el flamante ganador del maletín más lleno de la historia del concurso: 350.000 euros. La plata fue para la ferrolana Saray, de 27 años, que no sumó ni una quinta parte de los votos (se embolsó 70.000 euros) y el bronce para Pilarita, con un pobre 2% escaso de apoyos pero más que recompensados: 30.000 euros.

Cuatro horas de programa. El del miércoles fue un show espectacular. Y largo, casi cuatro horas que los espectadores aguantaron estoicos para convertir al concurso de Telecinco en el líder de la velada del miércoles y apuntalarle como uno de los productos más rentables de la cadena. Esta edición ha mantenido un más que aceptable share del 24%, que en la final se disparó hasta el 30% y sumó casi 4,5 millones de espectadores. Este miércoles, para aprovechar el tirón de esta exitosa edición, Mercedes Milá, alma mater de Gran Hermano -"repitió la ya tradicional escena del beso y esta vez el morreo se lo plantó a Gonzalo-", citó de nuevo a todos concursantes, a los que les espera todavía el paseíllo de los platós y las revistas.

Con esta undécima edición, el espacio bate el récord de longevidad en Europa. Aunque ha perdido fuelle desde su estreno en 2000 -"aquella final rompió los audímetros con un 70% de share-" ha sabido mantenerse como uno de los productos estrella de la cadena, que lo coloca en el mejor prime time y lo rentabiliza con otros programas que se hacen eco de los rifirrafes que protagonizan los inquilinos de Guadalix, un paraje frío -"el miércoles el termómetro marcaba menos tres-" a los que unos participantes cada vez más polémicos suben la temperatura.

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