Reportaje | carmen sigüenza
Colinas: «Al mundo le falta armonía»
El autor bañezano concluye su gran proyecto poético sobre el equilibrio
Entre otras cosas, lo que hoy le falta al mundo es armonía, y el poeta leonés Antonio Colinas, una de las voces líricas más hondas y auténticas de la literatura en castellano, ha dedicado buena parte de su vida a buscar ese equilibrio entre la vida, la naturaleza y la escritura. El resultado: Tres tratados de armonía .
Un volumen que acaba de salir a la calle, publicado por Tusquets, en el que se incluyen los dos primeros libros que ya dedicó el autor de Sepulcro en Tarquinia a estas reflexiones en forma de aforismos, diarios o pensamientos poéticos sobre la ética y la estética, que ahora cierra con este Tercer tratado de armonía , broche final del proyecto.
«Éste es el libro que más quiero, el que recomendaría a los que no conozcan mi trabajo. Ahora, ésta es una obra nueva que engloba los dos primeros títulos más este inédito, que es la mitad del libro y que es un contraste entre el espíritu mediterráneo y las tierras de León. El diálogo entre dos valles y entre dos casas, porque estos textos son fruto de la meditación, la contemplación y la soledad en uno y otro lugar», explicó Antonio Colinas (La Bañeza, 1946).
«La mente y la naturaleza constituyen un realidad indivisible, nada oculto puede deducirse por raciocinio». Con esta cita del psicoanalista suizo Carl Jung, y con otra del filósofo sueco Emanuel Swedenborg sobre la necesidad del amor para configurar la vida de una persona, además de un dicho sufí conminando a leer en la naturaleza, se abre este libro del Premio Nacional de Literatura y Nacional de la Crítica, entre otros muchos galardones. Toda una declaración de intenciones y una pista clara de por dónde caminan estos textos, difíciles de definir, un tanto raros y a contracorriente del panorama editorial español.
«Existe en el libro una visión de la realidad poco usual; tal vez un poco provocadora. Un retorno al origen universalizado. Es un libro con muchas aristas y es mi visión del hombre con el latido de Oriente. Puede ser visto como un diario, como aforismos o como poemas en prosa. Pero, sobre todo, es el resultado de un convencimiento: que la literatura sana al que escribe y al que la lee», asegura el autor.
Y parece que, tanto es así, que estos tratados de armonía han sido recomendados por algunos psicólogos a sus pacientes como lectura terapéutica. Aunque Colinas se apresura a decir que no quiere que se confundan con los libros de autoayuda.
El autor recorre paisajes, países, autores, libros, músicos o melodías, desde Lao Zi a Santa Teresa pasando por Aristófanes, Santa Teresa, Garcilaso, Jiménez, Machado, Zambrano, Virgilio, Bach, las estrellas, los valles leoneses, Italia o Ibiza, un mundo heterodoxo que ha ido tatuando en su pupila y su memoria y que ahora, con un eco más lejano, compone el lienzo de su vida.