Entrevista | Luis Artigue | Escritor
«La poesía, como el sexo, es un prodigio de la comunicación»
Luis Artigue, escritor de imágenes explosivas, luminosos juegos léxicos e historias tan surreales como lo son los propios seres humanos, ha recibido premios por su prosa y su verso; pero el último, el Fray Luis de León de poesía, le ha llenado de especial orgullo. Caballero Bonald, presidente del jurado, destacaba del libro premiado «la elegancia del fraseo» y su «atractivo despliegue metafórico».
-¿Qué ocurrió «la noche del eclipse»?
-Que tuve una revelación. La noche del eclipse es el momento en el que, tras una gran lucha contra la burocracia, los fenicios sin escrúpulos y la ansiedad derivada de nuestras ganas de dar, Elena y yo completamos las exigencias que nos calificaban para la adopción internacional. La noche del eclipse supe, al hacer cálculos sobre todo emocionales, que quizá nuestro bebé estaba naciendo en ese preciso momento, y yo no estaba allí. Establecí por tanto un canal de comunicación (eso es este libro) con un ser humano que no conocía aún, pero que ya formaba parte de mí. Y traté así de facilitarle el nacimiento, el despertar irrevocable, la llegada a esa orgía de significados que es la vida-¦ Traté, mediante ese arropo emocional que es la poesía, de hablar con ese ser humano naciente y restarle fragilidad y abandono. Lo hacía al tiempo que le empezaba ya a darle las gracias por dejarse querer, y no cesaba de repetirle mediante la libertad ejemplar de la poesía que estoy tratando de entender lo complicado que es nacer dos veces.
-¿Cómo fue el proceso de creación de este poemario? ¿A qué se le pareció?
-Me sentía como un loco que habla con una estatua, y sin embargo todo tenía sentido. En realidad yo estaba escribiendo una novela (más que un autor prolífico soy un peón de albañil de la literatura que cree en el trabajo, y por eso dedico muchas horas diarias a mi vocación) y tuve que abandonar la escritura de la novela debido a esta revelación poética que, al tiempo que me iluminó, también me perturbó. El proceso de escritura fue un acto de recogimiento, de intimidad radical, que me ha ayudado a conocerme mejor, a saber más sobre la condición humana, sobre el milagro de la existencia y sobre el poder referencial de las palabras. De pronto, el mundo se convirtió en un punto de partida para la transformación de cada hallazgo en una imagen verbal que compartir con alguien concreto. En Pavía le hablé de la belleza. En mi pueblo, de que mi padre es mi estrella polar-¦ Por fin, en Moscú, en el inolvidable Museo Maiakovski, al contemplar una sala que homenajeaba a los poetas muertos en acto de servicio, descubrí su nombre: Lorca.
-¿Qué supone para usted alzarse con este galardón?
-Una satisfacción y una responsabilidad. Caballero Bonald me dijo por teléfono al comunicarme el fallo que, al ver mi currículo, pensaba que este premio supondría mi empuje definitivo. Sin embargo, yo lo que quiero es seguir cultivando mi entusiasmo, perseverar en esta vida apasionada que vivo, y quiero vivir por eso este premio, como los anteriores, con humildad, agradecimiento, autoexigencia, responsabilidad, alegría y buena compañía. No se me escapa que este premio para mí es especial porque me permite fichar por una de las editoriales más grandes y de mejor distribución, Visor, y supone una promoción notable, pero lo que me importa es la alegría que le voy a dar a la gente que me quiere y la pena íntima que me supone pensar que mi principal influencia literaria y vital, la abuela Margarita, no pueda también celebrar esto con nosotros-¦ Somos estrellas fugaces pero nos queda la poesía para recordar emocionalmente-¦ Gracias abuelina; estés donde estés.
-¿Qué es la poesía?
-La poesía, como el sexo, es un prodigio de la comunicación.
-"¿Cuándo escribe Luis Artigue, qué «condiciones» debe reunir la hora, el lugar?
-Escribo y leo todos los días y no necesito condiciones especiales. Crecí en un bar de pueblo y allí, en el mostrador, mientras contemplaba la involución crepuscular de los borrachos viejos por ejemplo, estudiaba y leía encima del mostrador: gracias a eso, a que mis padres me educaron desde el principio en la cultura del trabajo y el esfuerzo, ahora puedo concentrarme en medio de un huracán, la verdad. Pero esto sólo es útil cuando escribo artículos o narrativa, pues en lo que se refiere a la poesía con la voluntad no basta. La poesía viene a mí cuando quiere.
-¿Qué es lo que persigue Luis Artigue en el mundo de la literatura?
-Persigo seguir siendo el lector que soy, seguir disfrutando tanto de leer, y poder mediante la lectura ir elevando mi nivel de conciencia. En este sentido mediante la literatura persigo un sueño, una cometa enganchada en un avión-¦ Mediante la literatura persigo esa perfección que nunca se alcanza.