Un reloj solar con las cinco horas canónicas
Las catas también sacaron a la luz una necrópolis al pie de la colina. Las excavaciones descubrieron un reloj solar realizado sobre una placa de caliza en la que se trazaron tres circunferencias concéntricas, divididas mediante una diagonal y tres líneas radiales, generando en total cinco referencias horarias. Los arqueólogos revelan que se trata de un reloj «canónico», que marcaba las horas canónicas (Prima, Tercia, Sexta, Nona y Doceava), siguiendo la denominación romana que se mantuvo en los monasterios medievales, para señalar la hora de los oficios religiosos.
Los materiales cerámicos pertenecen a la época pleno y bajomedieval. Además, apareció una moneda de plata, acuñada en el monasterio de San Martín de Tours, de los siglos XII-XIII, un fragmento de una moldura ajedrezada románica y una placa caliza recortada, con el pautado para una inscripción.