Volver al mercado
El invento del maligno
E l lunes, Cosmopolitan estrena Cougartown , la serie de Courtney Cox. Mujer recién divorciada, en sus cuarenta, con un hijo de 17 años, vuelve a las citas. Y descubre la ventaja de enrollarse con jovencitos. Cougars (pumas) es como se califica a las señoras que salen con jóvenes (no hay nombre para señores mayores que salen con jovencitas: los calificativos siempre son para las mujeres). Cougartown , obra de Bill Lawrence, el creador de Scrubs , es una serie de chicas sin más pretensión que la de entretener. Lo hace sin problemas. Y con éxito. De hecho, la ABC ha encargado una segunda temporada. Se estrenó en septiembre junto a The Middle (la heredera de Malcolm in the middle ) y Modern Family , la que prendó a los críticos. Junto a estas dos, Cougartown parece la de menos entidad, pero si uno se quita el chip snob y gafapasta acaba cogiéndole cariño. Como cuarentañera que vuelve a empezar, Jules Cobb es muy diferente de Mary Louise Parker en Weeds (donde está vende droga y se lía con traficantes, Courtney vende casas y se lía con yogurines).
Gran Hermano, el reencuentro , también es un tipo de comedia diferente y sus protagonistas también volvían al mercado. Pero por poco. La última (o la penúltima) expulsada ha sido Bea la legionaria, la joya de la corona. La boca del infierno. La autora de frases del tipo «digan lo que digan, los pelos del culo abrigan» la ha liado con Melania, a quien se le ocurrió decir que Bea habla demasiado bien de su hijo de dos años. Para qué quieres más. «La reviento a ella y a quien la defienda. Esta a va saber lo que es full-contact y lo que es llevarse hostias a punta pala».
El reglamento de GH. El reencuentro no está claro. Se expulsa por agresividad. Una locura. Y una incoherencia. Si has metido en la casa a gente con poco aguante lo lógico es que salten chispas, rayos y centellas. Y lo lógico es que quieras que salten las chispas porque, si no, ¿dónde está la gracia? ¿en que hagan un club de lectura de Jane Austen? Si metes a Bea la legionaria es para eso. Y ahora la echan, lástima. Nos quedamos sin Beatown.