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Un detector busca grapas colocadas en el XIX que pueden fracturar la Catedral

El Ministerio coloca una marquesina para averiguar la solidez de la fachada Sur y prevenir desprendimientos

Unos trabajadores colocaban ayer una marquesina en la fachada Sur de la Catedral para «sondear

León

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La fachada Sur de la Catedral de León continúa en peligro. La empresa Esoca, la misma que restaura las vidrieras, acaba de concluir la rehabilitación del hastial, pináculos y otros elementos pétreos en la portada meridional del templo gótico, cuyo coste ha sufragado el Ministerio de Cultura por importe de 688.370 euros, aunque este lienzo sigue siendo uno de los puntos más frágiles del edificio.

De hecho, el departamento que dirige Ángeles González-Sinde ha decidido instalar una marquesina metálica en la fachada Sur, para analizar, piedra a piedra, la estabilidad de una de las zonas más endebles de la Catedral. Desde este sólido andamiaje, que permitirá «deslizarse» por los muros, se llevará a cabo un barrido, con un detector de metales, en busca de las grapas de bronce y azufre colocadas en el siglo XIX, que han provocando profundas fracturas en la piedra. En la obra que acaba de finalizar se han extraído estos «anclajes», justo en las zonas donde eran visibles las fisuras, pero puede haber decenas de grapas ocultas, según explica el arquitecto conservador de la Catedral, Mariano Díez-Sáenz de Miera. El arquitecto, consciente de que la marquesina «afea» el exterior de la Catedral en pleno Año Jacobeo, en el que se esperan más de 250.000 visitantes, alega que es una medida preventiva, cuyo objetivo es trazar un «plano» de los puntos exactos en los que se colocaron grapas. De este «croquis» puede depender a medio y largo plazo la estabilidad del templo.

Puntos negros. Aunque la magna restauración de la Catedral llevada a cabo en el siglo XIX por Demetrio de los Ríos resultó providencial para evitar que el templo gótico se viniera abajo, técnicamente también ha tenido sus puntos negros, como las citadas grapas metálicas, que durante un tiempo sujetaron los muros, pero que, a la larga, han acabado abriendo grietas en la piedra.

Sáenz de Miera no descarta que haya que hacer un barrido de toda la Catedral en busca de más grapas. Con posterioridad a su localización, quizá sea necesario acordar algún tipo de intervención.

Fuentes del Cabildo aseguran que lo importante es «que no paren las obras». Este mes concluye El Sueño de la Luz y quedan sin restaurar 900 metros cuadrados de vidrieras, aproximadamente la mitad. En el 2005 la Junta, Caja España y el Cabildo firmaron un convenio que ha permitido reparar desde entonces 440 metros cuadrados de vitrales. La Catedral está ahora a la espera de que la Consejería de Cultura firme un nuevo convenio para completar la rehabilitación del mejor conjunto de vidrieras góticas del mundo. No hay que olvidar la Catedral de León es la única que conserva vidrieras del siglo XIII.

Los peregrinos y visitantes verán la Catedral no solo «tapada» por la marquesina de la fachada Sur, sino que la portada principal seguirá al menos hasta el próximo año desnuda de estatuas. Las 23 esculturas que decoraban el pórtico occidental, desmontadas el pasado mes de julio y trasladadas al claustro -”donde ahora se está construyendo un cubo de cristal para explicar las últimas restauraciones del templo-”, están siendo sometidas a análisis, antes de decidir si vuelven a sus peanas o se colocan réplicas en su lugar. La Junta no tocará las estatuas góticas al menos hasta octubre. En esa fecha espera tener en su poder los resultados de los análisis que se licitaron por un período de tiempo de 20 meses para averiguar el impacto de la climatología sobre estas efigies y decidir el mejor método de restauración.

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