Diario de León

EL INVENTO DEL MALIGNO

Pecadores

Publicado por
josé javier esparza
León

Creado:

Actualizado:

El invento del maligno

Decía el agente Cooper, el sublime héroe policial de Twin Peaks , que cuando dos acontecimientos relacionados con un mismo caso aparecen simultáneamente, hay que prestar la máxima atención. Fíjese usted en que el otro día hablábamos aquí de la nueva ocurrencia solidaria de Telecinco, esa de «el poder de la gente», sustituta de «doce meses, doce causas», y apenas un par de días después la solidaria cadena abre sus puertas a John Cobra, el bárbaro eurovisivo de TVE. ¿Será eso el poder de la gente? De momento, Telecinco, muy digna ella, acaba de proclamar que no, que no hay nada de eso: que no hay sitio en la cadena para gente como el Cobra. Ahora bien, lo que el Cobra dice no es eso, sino que no ha entrado en Telecinco porque no le han ofrecido una cantidad adecuada.

En resumen: usted tiene que decidir si quiere creer a Telecinco o si más bien cree al Cobra. Mientras tanto, todo este bochornoso asunto del Cobra está sirviendo para que las privadas denuncien la hipocresía de TVE, que se llena la boca con el servicio público y luego nos sirve basuras como la de la otra noche.

Bueno, sí, es verdad, pero, ¿sabe usted lo que pasa? Que no hay cosa que más guste al golfo de moral laxa que denunciar los pecados de los puros: piensan que el hecho de que el puro peque es una forma de justificar las propias faltas. Sin embargo, sigue habiendo una diferencia de grado: lo que para el puro es un pecado, para el golfo es un negocio. Y yo, si he de ser sincero, prefiero a un puro pecador antes que a un golfo redomado. La verdad de la vida, señora, caballero, es que tanto Telecinco como Antena 3 -"más precisamente: programas de ambas cadenas-" han empezado a mover chequeras para comprar los servicios del Cobra en cuestión.

Y si no se ha anunciado a bombo y platillo el fichaje, es porque el Cobra, pobre diablo elevado por el azar (y por su sucia boca) al rango de fenómeno mediático, se ha subido a la parra y pide más de lo que vale. O sea que menos mohines de dignidad, porque aquí ya nos vamos conociendo todos. Muy a fondo. Y no precisamente por gusto.

tracking