Una exposición repasa en Botines toda la historia del juguete español
«A qué jugábamos» muestra desde hoy la colección del leonés José Antonio Quiroga
La mítica muñeca «Mariquita Pérez».
Han recorrido toda España mostrando las ilusiones, pasatiempos y sueños de quienes nos precedieron. La Mariquita Pérez con la que suspiró la abuela. El soldadito de plomo que cautivó al bisabuelo. Desde los coches de hojalata a los videojuegos corre un muy largo trecho que es el que revelará, a partir de hoy, una exposición en el palacio de Botines, A qué jugábamos. Historia del juguete español , con fondos de la colección de juegos más completa de España, la Quiroga-Monte.
El acto de inauguración contará con la presencia del director de la Obra Social de Caja España, José Manuel Fernández Corral; así como de los propietarios de la colección, el leonés José Antonio Quiroga y María Covadonga Monte.
La muestra recorre la trayectoria de la fabricación del juguete en España durante más de un siglo, tanto en el aspecto industrial como en el doméstico o popular. «El juguete, desde su desarrollo comercial a finales del siglo XIX, aparece vinculado a los cambios sociales, técnicos, culturales y políticos de su época, siendo un fiel reflejo de los avances científicos y tecnológicos de cada etapa histórica», informan desde Caja España.
En la muestra pueden contemplarse piezas como la primera versión del automóvil Bugatti de 1930, fabricado por Payá Hermanos; la primera Mariquita Pérez, creada en 1940; el Zoótropo de la firma Borrás de 1897 o el primer álbum de cromos, publicado en 1900 por la casa Matías López.
Un tesoro de nostalgias. José Antonio Quiroga posee, entre otras joyas únicas, los primeros juegos de mesa, aparecidos a finales del siglo XIX, muchos de ellos de la casa Borrás; el primer coche de plástico rígido que salió en España, de Payá, en 1948; el traje de torero de Juanín, el hermano de Mariquita Pérez, confeccionado por la misma costurera que realizaba en los años cincuenta los trajes del diestro Manolete o la cocina de juguete que funciona de verdad y que es la más grande realizada en España, obra de la casa Rico en los años treinta; sin olvidar los cuentos más famosos de la posguerrra española: Celia , de Elena Fortún; Antoñita la Fantástica , de Borita Casas; y Mari Pepa Mendoza , de María Claret.
Otros de sus tesoros son la réplica de una carnicería modernista de principios del siglo XX o un tren del artista hispano-uruguayo Joaquín Torres García, valorado en unos treinta mil euros, pero también «el primer tren eléctrico que salió en España, en el año 1934, o un cochecito de hojalata que mide 50 centímetros y que fue el primer coche que incorporaba luz en los focos gracias a una pila de petaca», explicaba José Antonio Quiroga Campo en una exposición anterior en León.