La Junta celebra el Año Santo pero el Camino sigue siendo «una soledad»
María José Salgueiro abrió en el Museo de León «Ultreia e Suseia», una muestra en la que tres fotógrafos castellanos y uno portugués retratan la Ruta Jacobea
El abad emérito de San Isidoro observa su retrato.
La consejera de Cultura y Patrimonio, María José Salgueiro, inauguró ayer en el Museo de León Ultreia e Suseia , una gran exposición fotográfica itinerante formada por un centenar de imágenes -"algunas de gran formato-" tomadas en diferentes puntos del Camino Francés de la Ruta Jacobea a su paso por la comunidad autónoma. Tres fotógrafos vallisoletanos (Ángel Marcos, Eduardo Margareto y Concha Pérez) y uno brasileño (Rodrigo Petrella) muestran sus particulares puntos de vista sobre los paisajes, gentes y monumentos de la ruta hasta el próximo 25 de abril.
María José Salgueiro recordó que Ultreia e Suseia forma parte del programa de actos con el que el gobierno autonómico conmemora el actual Año Santo Jacobeo («no sólo a lo largo del Camino Francés, también en puntos de otros caminos que actualmente se están reactivando», dijo), y valoró la muestra como «muy interesante y bonita». Además, presentó el libro homónimo que recoge las imágenes de la exposición, comisariada por Amador Griñó.
Tras las palabras de Salgueiro y de Griñó, Ángel Marcos explicó que con este trabajo intentó retratar los lugares que «de alguna forma me salpican el alma», con el objetivo no sólo de describir y narrar, sino también de crear «un abecedario propio sobre el Camino».
La autonomía, «ámbito de soledad». Dijo Ángel Marcos que se «desnudó» al entrar en la Ruta y que la abordó «no mirando hacia el final, como se suele hacer, sino observando cada paso». Un tránsito en el que ha visto que extensos territorios de Castilla y de León son, cada vez más, un «ámbito de soledades» en clara referencia a la despoblación y al olvido. También Concha Pérez, la otra fotógrafa presente en el acto, hizo referencia a la «soledad» que siente el peregrino en su itinerario en contraposición con el ambiente que se vive en los albergues.
Por otro lado, Eduardo Margareto explicó cómo su intención en el proyecto fue la de poner rostro a aquellas gentes que, o bien se enamoraron del Camino de Santiago y decidieron quedarse en él a vivir, o bien fueron piezas clave para su desarrollo, como el abad emérito de San Isidoro Antonio Viñayo. Su trabajo incluye una instalación audiovisual con la que este profesional da voz a esas «almas del camino».