Diario de León
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El invento del maligno rosa belmonte

En el Sálvame del jueves se encontraron con una noticia de alcance: María José Campanario (personaje en picos altos de popularidad) había sido ingresada en un hospital de Jerez. Ni que decir que les faltó tiempo para mandar un reportero a la puerta del centro sanitario. Primero se habló de una intervención ginecológica. Luego la cosa pasó a intervención de cirugía plástica (Kiko Hernández aseguró haber hablado con una señora de la habitación de al lado, que yo no sé cómo las cotillas del mundo se saben su teléfono). Y, más tarde, se concluyó que se trataba de un problema con una de sus prótesis mamarias.

Al parecer, una teta había montado semejante follón. Para acabar la jugada, como era el primer día del reportero de Jerez, Jorge Javier le dijo que cuando alguien se estrenaba en Sálvame tenía que cantar. El pobre chico quería hacer méritos y se marcó un «Opéerame, opéerame» en la puerta de la clínica.

Al día siguiente, Ana Rosa Quintana decía en su sofá que el revuelo que se había montado era un poco exagerado. Pero ella bien que tenía una reportera delante del hospital de Jerez para otra prescindible conexión en directo. «Última hora: los detalles del ingreso de Campanario», rotularon. En realidad, ni detalles ni nada. «Tampoco es para tanto la cosa», vuelve a atacar Ana Rosa.

Sí, pero tú sigues con la noticia de alcance mundial. Este cochambroso sucedido da que pensar en los programas de parodias televisivas. Desde el redondo Homo Zapping a La escobilla nacional pasando por Extras, aquello de Gestmusic que era como un informativo falso. Uno de los contenidos del estreno fue una señora siliconada con material de mala calidad y víctima del porno casero (descubría una película colgada en peazomelones.com). Coincidió Extras con el Tomate, que era el mejor programa de ficción de entonces. Y claro, se quedaba muy por debajo. Porque las parodias en esta nuestra televisión se quedan muy por debajo de lo que aparentemente no lo son. Los originales siempre resultan más graciosos. Ya parecen parodias. Pobre teta, menudo susto tendrá.

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