Una lápida recuerda a un hombre que murió con 110 años
Entre los descubrimientos arrojados por el estudio de las lápidas funerarias destaca una inscripción que revela que la longevidad era mucho mayor de lo que podría pensarse. Y es que una de las estelas recuerda a una persona que falleció a a los 110 años. La concejala de Patrimonio, Evelia Fernández, destacó ayer que la lápida demuestra que las condiciones de vida «tampoco eran muy malas». En la colección, una de las mejores de España, aparecen inscripciones con nombres de personas, su origen y condiciones de vida, datos que se están analizando y que describen aspectos como que «la mortalidad era prematura, pero no siempre».