el invento del maligno
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El invento del maligno josé javier esparza
Mauricio Carlotti, vicepresidente del Grupo Antena 3, ha dicho hace pocos días que la televisión es un negocio para pocos. Lo ha dicho así, con esas palabras, y sin cortarse ni un pelo. Hombre, don Mauricio: esas cosas se piensan, pero no se dicen. Es lo que tienen estos italianos: desde que vinieron aquí a hacer la televisión que en Italia no les dejaban, han perdido toda inhibición.
Una frase lapidaria condensó sus palabras: «La competencia puede llegar a ser destructiva». Claro. Sobre todo para quienes quedan excluidos de la carrera, ¿verdad? Carlotti hablaba en una muy institucional comparecencia junto a otras grandes personalidades de otras cadenas, todas ellas reunidas a su vez por otro grupo de comunicación, con la finalidad evidente de decir precisamente eso: que hay que limitar la competencia. ¿Y por qué eso y por qué ahora?
Porque la reciente atribución de canales arbitrada por el Gobierno ha demostrado que la tele, en España, es un oligopolio bendecido por la autoridad política. Por eso ahora intentan cargarse de razones los beneficiarios de la operación. José Miguel Contreras, el de La Sexta, que cada vez parece más italiano, abundó en la misma vía: «Es absurdo e injustificado el número de canales en abierto en un mercado que no tendrá más publicidad».
Ya. Y, oiga, amigo: ¿Esto de los canales era injustificado antes o después de que a usted le dieran el suyo? La actitud de estos caballeros recuerda -"me perdonará usted la figura-" al saqueador que asalta caminos al grito de «La propiedad es un robo».
Pero, como explicó en algún sitio Ernst Jünger, esa frase se hace más incisiva cuando quien la pronuncia no es el saqueador, sino el saqueado. Aquí ya hemos dicho que hay que ser muy comprensivo con la ambición de las empresas, pero que las componendas del poder político, que debe velar por la pluralidad, no merecen la misma indulgencia.
¿Y quién estaba en la referida comparecencia de mandamases televisivos? Nada menos que Bernardo Lorenzo, director general de telecomunicaciones del ministerio de Industria.
Se cierra el círculo.