El Musac analiza cómo se fabrica la realidad y su representación cultural

«En la era de la información en la que vivimos, parece evidente que la frontera divisoria entre el conocimiento y lo desconocido, la realidad y la ficción, la verdad y la mentira es cada vez menos clara y más difícil de discernir». El comisario de la exposición Educando el saber , Octavio Zaya, incide en esta idea para explicar cómo se crea la realidad y de qué manera su representación se va modelando. Esta nueva muestra, que se exhibirá en el Laboratorio 987 del Musac y en el Museo de León desde el próximo 10 de abril, contará con obras de Alexander Apóstol, Simon Fujiwara, Fran Meana, Israel Meza Moreno, Warren Neidich, Jenny Perlin, Pedro G. Romero, María Ruido, Danh Vo y Diego del Pozo.

Ejemplificando. A modo de ejemplo, el venezolano Alexander Apóstol muestra cuál ha sido el proceso de desmantelamiento de la modernidad latinoamericana, mientras que Simon Fujiwara toma la mitología para realizar con ella narraciones que enlazan el pasado humano común con su propia historia íntima y familiar. Y todo con el denominador común de cuáles son los límites de la realidad, cuáles son las pautas que la van generando y de qué manera se representa después a través de la creación cultural.

Octavio Zaya explica que con la llegada de la postmodernidad comienza a cuestionarse los conceptos con los que tradicionalmente se han construido la historia, la memoria y la ficción. «A diario se nos revelan manipulaciones, falsificaciones y ocultaciones intencionadas de la información que dificultan la interpretación no sólo de los hechos coetáneos sino también de los pasados», destaca el comisario.

Democratización. Educando el saber será una suerte de recreación de todas las grandes preguntas que la filosofía ha ido haciéndose. Ideas como la realidad y la verdad, cuestiones acerca de cuáles son los efectos de realidad y las fantasías del realismo, reflexiones sobre la historia oficial y la memoria subjetiva, sobre las simulaciones y sobre los juegos del lenguaje. Y es que ni siquiera el relativismo generalizado que es hoy su legado nos ha liberado de la sospecha de que todo el saber esta comprometido, de que el conocimiento es poco mas que una herramienta de control. «Sabemos que la situación no es nueva y también sabemos que la historia la escriben los que ganan el poder o las guerras», subraya Zaya, pero añade que en la actualidad esta posibilidad se ha democratizado por la sencilla razón de que el acceso generalizado a las tecnologías y a los instrumentos para manipular la realidad nos permite a todos mejorar, cambiar o modificar las historias a nuestro gusto e interés. Y esta posibilidad encierra además una potenciallidad aún mayor y de gran dimensión. «Nos permite reconstruir y de-construir el pasado, y también inventar y re-presentar el presente», manifiesta Octavio Zaya, que desvela que gracias a esta herramienta se puede moldear la creación y los fundamentos de lo que entendemos como el saber y el conocimiento.