Licitan en medio millón las catas de la ciudad romana de Puente Castro
El Ayuntamiento publica en el BOE el concurso para los trabajos arqueológicos en el yacimiento, paso previo a la construcción del puente que una el pueblo con La Lastra
El Ayuntamiento ha licitado los trabajos arqueológicos del vicus de Puente Castro por casi un millón de euros. Estas catas se realizan con el objetivo de completar la obra del puente de La Lastra y permitirán que salgan a la luz nuevos datos sobre esta ciudad romana, cuyo nombre era Ad Legionem VII Geminam. La tramitación es urgente con lo que en menos de dos meses podrían comenzar las catas. Esta ciudad pervivió al menos desde el siglo I hasta el III d.C y fue descubierta durante las obras de la ronda sur nueve años atrás. En aquel momento, salieron a la luz varias estructuras orientadas de sureste a noreste. Además, hay que destacar la aparición de restos destacables en los niveles arcillosos del yacimiento. Es el caso de un gran número de elementos de material médico y quirúrgico, así como de platos y cuencos.
La ciudad , situada en la margen izquierda del río Torío, junto al actual cementerio municipal, tendría alrededor de dos mil habitantes y se generó a causa de la llegada de militares de la Legio VII que, al licenciarse, decidieron quedarse en la zona. Los estudios desarrollados en torno a los vicus por el británico C. J. Lyes evidencian que las actividades que se pudieron desarrollar en estos núcleos urbanos incluían el trabajo del hierro, el bronce, la plata, la madera, el oro, la piel y la alfarería; aunque no se puede asegurar que estas actividades fueran suficientes para cubrir todas las necesidades de la guarnicion, a pesar de que los soldados del campamento habrían sido responsables de producir una parte de sus necesidades, como cereal, armas y alfarería.
La memoria elaborada por el arqueólogo municipal, Victoriano García Marcos, destaca que algunas de las construcciones halladas pueden identificarse claramente con casas de planta rectangular, y una de ellas cuenta con un patio porticado o peristilo, en torno al cual se disponían las diversas estancias. Además, otra presenta una planta basilical, terminando en un ábside de planta cuadrada. Este descubrimiento viene a confirmar la importancia del vicus y su estrecha relación con el campamento, hasta el punto de que son varios los arqueólogos que defienden que se trata de la verdadera cannaba del campamento de la Legio VII.