Diario de León

La integración de Feve en León se topará, de nuevo, con el acueducto

Alejandro Valderas alerta de la necesidad de realizar un estudio arqueológico sobre el trazado del ferrocarril entre la estación de Matallana y la iglesia de las Ventas

Gran parte del acueducto salió a la luz en 1999.

Gran parte del acueducto salió a la luz en 1999.

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e. gancedo | león
León

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«En León es muy frecuente iniciar obras sin haber hecho los estudios arqueológicos previos, pensando que este tipo de restos sólo aparecen en el casco antiguo», reflexiona el archivero e historiador Alejandro Valderas ante el ambicioso proyecto que estos días se está dando a conocer sobre la integración de las vías de Feve en la ciudad, proyecto según el cual quedarán abiertas tres nuevas calles y elevadas 141 viviendas entre los viales Padre Isla, Ramón y Cajal, Renueva y Álvaro López Núñez.

«No obstante, existen muchos restos paleontológicos y arqueológicos que han sido descubiertos fuera del perímetro de las murallas», recuerda Valderas, recalcando que precisamente esta zona de la capital ha deparado no pocas sorpresas a los historiadores. Entre ellas, el acueducto romano que suministraba agua a la Legio VII -"venía paralelo a la hoy carretera de Carbajal hasta entrar en el recinto murado por la actual plaza del Espolón-", abundantes restos de cerámica romana, ánforas visigóticas, iglesias de época moderna ya derruidas y hasta, como informa Valderas, «un colmillo de elefante».

Entre 1997 y 1999 se aprobó el plan especial de mejora del casco urbano de León, que cataloga edificios y espacios a conservar fuera del espacio que abarca el plan especial del casco antiguo. Durante su tramitación, Valderas, entonces concejal de UPL en el Ayuntamiento, presentó una serie de alegaciones entre las que estaba la de definir una «normativa arqueológica» acompañada de un plano de los lugares donde constaban los descubrimientos documentados, aportando un listado de estos hallazgos, como por ejemplo el trayecto del acueducto romano y los abundantes restos de alfarería descubiertos al hacer la «trinchera» del ferrocarril de Matallana, ambos en la calle Álvaro López Núñez.

De especial protección. La citada normativa arqueológica fue derivada hacia el Plan General de Ordenación Urbana que asimismo se estaba discutiendo entonces y que finalmente se aprobó en 2004. En este PGOU vigente se señala como «zona de protección arqueológica» el trayecto del acueducto romano citado, por la acera norte de la calle Álvaro López Núñez hasta llegar a la muralla romana de Puerta Castillo. Asimismo, en este área se incluyen los restos descubiertos al instalar el ferrocarril de Matallana, ampliando la zona de protección hacia el norte, hasta la altura de las calles Marqués de Fuenteoyuelo y Fruela II.

«Incluye, por tanto, 500 metros del recorrido inicial del foso del ferrocarril de Matallana, desde su estación hasta el final de los Maristas y la calle Marqués de Fuenteoyuelo», resume Alejandro Valderas.

Sobre el acueducto hay que recordar que fue en octubre de 1875 cuando el académico de Historia Deogracias López Villabrille envió a esta Academia «los trazados del acueducto hechos por el señor don Juan de Madrazo y Kuntz». Valderas explica que se trataba de los restos de un acueducto subterráneo de época romana, descubiertos en un desmonte en mayo de ese año en término de León «y sitio de San Esteban, próximo a la vía de comunicación entre el Camino de Carbajal y la carretera de Asturias».

Las noticias históricas sobre este tan singular (y olvidado) monumento leonés las ha ido espigando el archivero de la Universidad: menciona vestigios aparecidos al construirse el Colegio de los Maristas en 1949; y también, «ingresados después de 1907, sabemos que existía en el Museo de San Marcos una baldosa de gran tamaño y tres fragmentos de tubos para conducción de aguas, procedentes de las obras del tren de Matallana, inmediatas al citado colegio». De nuevo en 1960 se descubrieron sus restos en el Espolón, a cuatro metros de profundidad. Y por último, en 1999, al abrir la ronda que comunica Eras de Renueva y la carretera de Carbajal con el resto de la ciudad, se «cortó» el acueducto y salieron a la luz grandes partes del mismo.

«Si se hacen obras en esta zona, sin duda se toparán, de nuevo, con el acueducto y con otros restos», advierte Valderas.

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