Graciosos

El invento del maligno josé javier esparza

Cuatro ha presentado recientemente dos estrenos destinados a «humorizar» su parrilla. Uno para la medianoche: el Uau de Santi Millán. El otro para abrir la tarde: el Tonterías las justas de Florentino Fernández. Ambos están pinchando con cuotas de pantalla de entre el 4% y el 5%. Y lo peor es que ninguno de los dos productos da razones para exigir cuotas más altas.

Lo de Florentino, por ejemplo, es un tanto decepcionante. Abrió su trayectoria con una comparecencia cómica de Pepe Navarro. Como el personaje está de moda (un tanto sórdida, es verdad), el recurso funcionó: llamaba la atención ver al Misisipi-man disfrazado con barba postiza y fingiendo una cita clandestina. Pero, claro, uno no puede sacar a Pepe Navarro todos los días. Lo siguiente que vimos fue un montaje con palabras impostadas sobre imágenes de Pocholo, todo ello envuelto en risas enlatadas. Si se hace el ejercicio de prescindir de las risas, se comprobará que lo que ahí aparecía no tenía la menor gracia. En realidad, lo de Florentino se resume en ese tipo de herramientas: imágenes de tipos populares, risas enlatadas y-¦ ya, porque los guiones son manifiestamente mejorables.

Igualmente pobre, aunque por otras razones, ha sido el Uau de Santi Millán. El cual, por cierto, también empezó invocando a un padrino, en este caso Andreu Buenafuente. ¿Qué es Uau ? Da la impresión de que Cuatro ha querido hacer pinitos en esa atmósfera gamberra que entre Telecinco y la Sexta han puesto de moda, aportando un personaje con identidad respetable y vistiendo al muñeco con el pretendido aire de «entretenimiento culto» (o, al menos, no necesariamente analfabeto) que es marca de esa casa.

El resultado es insatisfactorio: como programa gamberro no llega a bajar todo lo que debiera, y como «entretenimiento culto» tampoco sube lo necesario. Al final uno se queda viendo a Santi Millán y, por mucha simpatía que sienta hacia el actor y hacia el experimento, la impresión general es como de frustración.

Balance: ¿No será que Cuatro se ha equivocado al intentar parecer una cadena graciosa?