Reportaje | carmen sigüenza
«Vengo para combatir la crisis»
Pérez-Reverte releva a los nórdicos y arrasa en la Feria del Libro de Madrid
Después de trece años sin pisar la Feria del Libro, Arturo Pérez-Reverte volvió ayer a encontrarse con sus lectores, quienes desde las nueve de la mañana hicieron cola para tener su firma. Todo ello en una jornada en la que el director de la feria, Teodoro Sacristán, afirma que la crisis no ha aparecido por el Retiro.
Desde que a las once y media de la mañana el escritor Arturo Pérez-Reverte se sentara en la jaima que la editorial Alfaguara le preparó para recibir a sus lectores, el autor de El capitán Alatriste no ha parado de firmar ejemplares. De hecho, a las doce los organizadores no dejaban ya que se colocara más gente porque la cola era interminable. El escritor siguió firmando hasta las cuatro de la tarde sin parar y, tras una breve pausa, continuó, como los toreros en un coso soleado y lleno de admiradores. «En realidad, vuelvo a la feria porque sé que el sector está viviendo un mal momento y que las ventas están bajando, y espero con mi presencia reactivarlas. No por mis libros, sino por todos los libros», comentó a su llegada.
Y es que Reverte dejó de venir a la feria por «la competición entre escritores» que suponía el duelo de firmas y la contabilidad que se hacía de las mismas. Una práctica que se dejó de hacer hace siete años.
Así, Francisco, el primer lector que aguardaba pacientemente desde la nueve de la mañana con tres libros bajo el brazo ( La piel del tambor , La carta esférica y El asedio ) para que se los firmase, se fue contento, como las decenas de seguidores, entre ellos un policía montado a caballo que estaba haciendo su ronda, y que se ha bajado con su libro para que se lo firmara. Eso sí, la gente ha sido comprensiva y le ha dejado «colarse», sobre todo una señora que estaba con un carro de la compra repleto de libros del prolífico escritor. En relación con la crisis, y a pesar de que las ventas de libros cayeron en los tres primeros meses del año en torno a un 10 por ciento, el director de la feria, todavía sin datos definitivos, es optimista y cree que la crisis «no se está notando».