El derribo de una casa desvela una de las puertas de la muralla de León
Sobre la antigua «puerta de Cal de Moros» o de «Santa Ana» se elevaba en la Edad Media un estrado en el que se reunía el tribunal de justicia de los judíos leoneses
El derribo de un antiguo inmueble ubicado en la esquina formada por la calle Los Castañones con la plaza de Riaño, en el casco viejo leonés, ha sacado a la luz los vestigios de una de las puertas con las que contó la muralla medieval de la ciudad. Tras unos meses de estudio arqueológico, los expertos ya han confirmado que se trataría de la puerta conocida como «Cal de Moros» o de «Santa Ana».
Los restos de los arcos que pueden observarse en una de las paredes que flanquean el solar hoy vaciado «no corresponden exactamente a lo que sería la puerta en sí, al vano del arco -"explica el arqueólogo municipal, Victorino García Marcos-", sino más bien a estructuras de la torre que existía en ese lugar, una torre idéntica a la que se elevaba al otro lado de la puerta».
Victorino García Marcos añadió que en el otro extremo de la plaza de Riaño también existen «restos de cimentación» de la torre análoga y que, en lo que respecta a los arcos ahora descubiertos, se ha procedido a su preceptivo estudio y catalogación. El inmueble que se elevará en este solar habrá, por tanto, de «integrar» esos elementos históricos sin destruirlos.
Tribunal de los judíos. Por su parte, el archivero e historiador Alejandro Valderas recordó asimismo que las dos torres flanqueaban el arco, «para que nos hagamos una idea, sería como el arco que hoy se conserva en Puerta Castillo, pero más antiguo, claro está, ya que ésta era una puerta gótica».
Este investigador expone como dato significativo que entre ambas torres, y por encima del arco de la puerta, existía una tribuna o estrado «en el que se reunía, en tiempos medievales, el tribunal de justicia propio de los judíos de León». Valderas pone como ejemplo visual el convento de las Concepcionistas, entre las calles Rúa, Fernández Cadórniga y San Francisco, para imaginar cómo sería ese estrado tendido sobre vigas.
Valderas añade que, gracias a la documentación, también se conoce que en ese mismo lugar, y al menos durante los siglos XVI-XVII, había una capillita u hornacina «con la imagen de Santa Catalina». «Cuando se expulsó a los judíos de España, en los lugares donde vivían se colocaban santos o imágenes dedicadas a cristianizar esos espacios frecuentados por los sefardíes, pero precisamente con santos de origen judío o convertidos (como santa Catalina de Monte Sinaí o la madre de la Virgen, Santa Ana, que da nombre al barrio cercano). «Al otro lado estaba la sinagoga y cerca, las siete calles de la judería de León», indica Valderas, y justo por esos lugares se decidió procesionar la Virgen del Mercado, aunque podía haber ido por un camino mucho más recto rumbo a la plaza Mayor: «Se hacía para conjurar la memoria hebrea del lugar». La puerta de Cal de Moros fue derribada por el Ayuntamiento en el año 1868.