Diario de León

Reportaje | e. gancedo

El arte hace libres a los reclusos de Mansilla

El libro «Velasco y el Emperador», sobre el célebre cartelista leonés, se presentó donde se diseñó y maquetó, en Villahierro

Un instante en la presentación de «Velasco y el Emperador» con un decorado que lo imitaba.

Un instante en la presentación de «Velasco y el Emperador» con un decorado que lo imitaba.

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Los propios artífices del libro-homenaje en honor a Juan Antonio Velasco, el mítico cartelista del Teatro Emperador, fueron ayer también los encargados de la puesta en escena de su presentación en el centro penitenciario de Mansilla de las Mulas. Desde el diseño del escenario al guión del espectáculo pasando por el propio protocolo, todo ello fue obra de un grupo de reclusos de la prisión guiados por personal de la oenegé In voce.

Velasco y el Emperador , publicado por Everest y Kinesia Difusión, fue escrito «a tres manos» por Marcelino Cuevas, Gonzalo González Laiz y Jaime Torcida, pero tanto el diseño como la maquetación son obra de internos del citado centro en régimen de tercer grado.

«Estamos ante una obra que constituye un sentido tributo a Velasco, aunque comenzamos a prepararla mientras él vivía, así que también puede hablarse de una biografía autorizada», explica Jaime Torcida, quien también comenta, desde su doble posición de autor y miembro de In Voce, cómo transcurrió el acto de ayer: «No queríamos que fuera una presentación al uso, así que el público se encontró con un decorado que imitaba la inconfundible puerta del Emperador y una voz que recordaba a los presentes quién había sido Juan Antonio Velasco». A continuación se proyectó un audiovisual en el que autores, editores y compañeros y amigos del recordado cartelista leonés glosaban su vida y su legado ante un auditorio lleno a rebosar.

En cuanto al libro, presentado por los editores, parte de los autores y diseñadores y la dirección del centro, posee tres partes: una que repasa su biografía, otra que recuerda qué supuso y supone el Teatro Emperador para León, y otra en la que se sitúa en el mapa artístico la labor del homenajeado. Jaime Torcida, responsable de esta última parte, lo tiene claro: «Los carteles de Velasco eran obras originales, eran arte. El autor no sólo copiaba, hacía suyos los modelos de cine; además, no todas las ciudades disponían de cartelistas como él». La oenegé In voce, que también presentó ayer su revista, organiza diferentes actividades culturales con los reclusos del centro, desde clases de Historia de España a actividades de fomento de la lectura.

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