Comienza el montaje de la muestra más ambiciosa sobre el reino leonés

«Ésta es la exposición a la que a mí me hubiera gustado ir como ciudadano», dice Juan Pedro Aparicio. Y también: «Ésta no es una exposición de historiadores hecha para historiadores, su objetivo es que la gente entienda qué supuso el Reino de León para la Historia de España y de Europa». El escritor y comisario de León 2010 se refiere a la muestra Raíces , el segundo gran pivote de su programa conmemorativo junto con el documental que está codirigiendo y que emitirá tras el verano TVE y el Canal Historia.

Ayer comenzaba el montaje de parte de la exposición en el remozado Palacio del Conde Luna, donde -”según prevé el Ayuntamiento-”, parte del argumento expositivo se quedará de forma permanente a modo de centro de interpretación del Reino de León. El palacio ubicado en la plaza de su mismo nombre compartirá la sede de Raíces no sólo con la cercana iglesia de Palat del Rey, el templo más antiguo de León (fue erigido por el rey Ramiro II en el siglo X), sino también con los museos de la Catedral y la Real Colegiata de San Isidoro, los cuales, además de aportar sus tesoros, acogerán algunas piezas.

Todo ello conformará un gran itinerario cultural e histórico al que el ciudadano y el turista se podrán «enganchar» en cualquier punto del mismo. «La persona que acceda al casco viejo leonés se encontrará con una serie de banderolas o carteles indicadores de estos cuatro lugares para que comience por el que más le guste o el que más a mano le quede», explica Aparicio, añadiendo que no es ésta una exposición al uso, «sino más bien multidireccional , como una novela de Cortázar. A la manera de capítulos, cada espacio de la misma ofrece información completa y resulta redondo, pero puede aumentarse esa información con la visita al resto de los lugares», añade.

Arte y artesanía. Los operarios, diseñadores y coordinadores de Raíces -”cuya apertura está prevista para los primeros días de este mes de julio-” trabajaban ayer a pleno rendimento en la colocación de los diversos paneles explicativos, mapas y vitrinas. Y no sólo eso. En el epicentro de la muestra, el gótico Palacio del Conde Luna, alzado en el mismo solar de una de las sedes regias que tuvo la monarquía leonesa, podrá verse un curioso árbol genealógico de los soberanos del regnum legionensis diseñado por artistas e ilustradores. Porque las más delicadas labores artesanas no están ausentes de este montaje: los visitantes podrán ver réplicas exactas de piezas señeras del medievo leonés, como el cáliz de doña Urraca, la patena de Valcabado, el altar central o ara de San Miguel de Escalada, el Cristo de Carrizo o el Cristo de Fernando I y Sancha; éste se expondrá precisamente en el lugar del que fue expoliado, la Colegiata de San Isidoro.

«No podemos contarlo todo, para eso están los libros, a los que se puede acudir para comprender a fondo esta etapa histórica, pero sí queremos ofrecer la sensación de lo que fue el Reino de León y cómo se vivía en él», precisó Aparicio.