«Los estudios de arte dramático lanzan licenciados, no actores»

La Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales le ha llamado para su Retablo de peregrinos, proyecto integrado en la edición de Las Huellas de la Barraca 2010. Entre sus trabajos más inmediatos está la gira en julio y agosto por todo el Norte de España con motivo del Año Jacobeo, con funciones programadas en los festivales de Teatro Clásico de Olite y Olmedo y con El doncel del caballero, de Luis Matilla, que dirigirá Juan Margallo en julio.

-"¿En qué momento le entró la vocación teatral?

-"Comenzó mi fiebre por el teatro a los 12 años en mi época de estudiante en el instituto de mi pueblo, cuando me apunté a los talleres extraescolares de teatro. Fue accidental. Un amigo y yo no sabíamos a qué taller apuntarnos, lo típico era apuntarse al fútbol. De rebote, las amigas del grupo nos dijeron que nos apuntáramos con ellas a teatro... ahí empezó. Después en cuanto concluí los estudios de bachillerato en Sahagún ingresé en la Escuela de Teatro de León.

-"¿Anteriormente hubo algún actor en tu familia?

-"No hay precedentes en este sentido. La vocación es espontánea

-"Es el primer leonés que sale de la primera promoción de la ESAD, ¿qué significa esta graduación y qué le proporcionará a la larga?

-"Sí, el primer leonés que se licencia en la Escuela Superior de la comunidad. Hay lógicamente alumnos de otras provincias. Sin duda, la licenciatura abre un abanico de posibilidades, aunque cualquiera sabe que para estar sobre las tablas no hace falta tener un papel que te acredite como actor ni mucho menos. A la larga, en mi caso y desde hace tiempo, se me pasa por la cabeza lo que para mí sería un sueño, que sería poder impartir clases de interpretación en la que ha sido mi primera escuela de teatro, la de León.

-"¿Cree que la formación que se da en las escuelas es completa?

-"Pienso que el plan actual de estudios no parece estar ideado para lanzar actores, más bien licenciados. Creo que serían necesarias más horas de interpretación, cuerpo y voz, sin menospreciar la parte teórica, que también es necesaria. No se debería perder el rumbo de lo que debe ser un actor.

-"Cuando era todavía estudiante protagonizó el corto «Las becicletas», ¿qué supuso que Epigmenio Rodríguez le llamara y qué repercusión posterior tuvo?

-"La experiencia fue fantástica y ahora que ya ha pasado largo tiempo me doy más cuenta de lo bonito que fue para mí. Los ensayos, sobre todo el rodaje, el magnífico trato del director y el equipo, el estreno en León, la participación en la Seminci,con actores como Imanol Arias, Lola Herrera, Manuel Galiana y Cristina Marcos en la misma sección. La selección para la sección Short Film Corner del Festival de Cannes, la innumerable cantidad de proyecciones que se han hecho en ciudades, pueblos y a nivel internacional también... Todo ha sido tan muy especial. Posteriormente participé en el rodaje de otros dos cortos.

-"Ahora debuta con «Arte», de Yasmina Reza, ¿por qué esta obra?

-"Es una obra que yo ya conocía cuando la preparé hace cuatro años junto con dos compañeros de la escuela de León, y con la que ganamos el primer premio en el Festival de Teatro de Carrizo. Volver a retomarla años después es mágico. Retomar el mismo personaje cuatro años después es redescubrirse. Está escrita por la francesa Yasmina Reza y es la comedia más representada en la actualidad. En ella tres amigos discuten porque uno de ellos ha realizado una adquisición de un objeto de arte por una gran suma de dinero.

-"Recorrerá algunas ciudades del Camino de Santiago con «Retablo de peregrinos», ¿qué papel tiene en ella?

-"Es un proyecto enmarcado en Las Huellas de la Barraca 2010, organizado por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, y está centrado en el Camino de Santiago. Formamos parte de él seis de los actores que acabamos de licenciarnos este año y el texto principal en torno al que gira este espectáculo de calle es Ligazón, de Valle-Inclán. Tendremos una amplia gira en julio y parte de agosto por todo el Norte. También se podrá ver en festivales de teatro clásico como Olite y Olmedo. Yo, al ser de Sahagún, lugar de paso y centro del Camino, he visto de cerca el peregrinar y curiosamente interpretaré a uno de ellos. Un joven pícaro que se gana la vida de afilador, o más bien como puede, y que se verá atrapado por el hechizo del amor.

-"¿Y en el «Doncel del Caballero», de Matilla?

-"Este proyecto arrancará en septiembre. Es una obra que pondrá en pie la compañía vallisoletana La Quimera y dirigirá el reconocido actor y director Juan Margallo. Es una ocasión única para trabajar con una persona tan reconocida y experimentada. Veremos las andanzas de Beltrán, al que interpretaré, joven acompañante de Don Alonso Quijano. Será mi segundo encuentro con el teatro infantil, tras mi experiencia en Asturias con la compañía Quiquilimón, a la que llegué de manos de Margarita Rodríguez, a la que siempre he considerado mi madrina teatral, de la que tuve el placer de ser alumno, y me dirigió en seis montajes. Desgraciadamente la hemos perdido recientemente.

-"¿Cómo es el día a día de un joven actor de 25 años?

-"Para mí lo importante del día a día es no olvidar y agradecer a mis padres el apoyo incondicional que me prestan. Esto hace que el ideal del día a día para mi sea asistir a clase, a un ensayo o, aún mejor, hacer una representación.

-"¿El cine es el final de la carrera de un actor de teatro o al revés?

-"Supongo o quiero pensar que el teatro es el inicio más lógico dentro del mundo de la interpretación, lo mismo que se considera al Big Bang el origen del universo. Aunque todos los días vemos en la tele que no es así.