«Raíces» tiene un horario distinto al de los guías que la enseñan

La exposición Raíces. El legado de un Reino, que ha empezado su andadura con cifras muy prometedoras -”más de mil visitantes en menos de una semana -”, no cumple el horario anunciado. Incluso, ha cerrado sus puertas en horas punta y sin previo aviso, suscitando las quejas de algunos visitantes.

La sede del Palacio del Conde Luna no abrió el sábado ni el domingo desde la una y media hasta las cinco de la tarde. Un cartel improvisado, que se colocó en la puerta, advertía al público de la anomalía y pedía disculpas sin más explicaciones. Asimismo, las salas de la iglesia de Palat del Rey no abrieron ni el sábado por la tarde ni el domingo por la mañana. Nada que ver con el horario establecido en los folletos de la muestra.

Este «lío» de horarios es consecuencia de un malentendido entre instituciones. A los guías se les contrató por menos horas de las que en realidad tienen que permanecer en sus puestos de trabajo.

En lugar de hacer horas extraordinarias, este personal eventual ha optado por ajustarse a lo pactado. Además, se da la circunstancia de que hay empleados que dependen del Ayuntamiento y otros del Obispado, con horarios diferentes. El resultado: decenas de visitantes se han encontrado con la sorpresa de que la exposición estaba cerrada.

El comisario de la muestra, José Manuel Rodríguez Montañés, se ha puesto manos a la obra para resolver rápidamente está desorganización.

Además, el horario del Palacio del Conde Luna y el de Palat del Rey no concuerdan.

El lío de la Iglesia. El Obispado no ha llegado a un acuerdo con las empleadas para que cubran esas horas antes no previstas en el contrato. Máximo Gómez Rascón, responsable de Patrimonio de la diócesis de León, señala que «lo único que se puede hacer es ofrecer a las empleadas un incentivo económico, pero si no lo aceptan no se les puede obligar a trabajar. Tendremos que buscar otra alternativa».

El Ayuntamiento de León, el Obispado y el comisario de la exposición han destacado la importancia de restablecer el orden en las horas de apertura y que esto no trascienda ni se repita en ocasiones posteriores.

Paradójicamente, una de las novedades de Raíces es la apuesta por el horario continuado en el Palacio del Conde Luna; que no se ha cumplido. Se pretende así que la muestra sea más accesible y se adapte mejor a los horarios de los turistas extranjeros y al de los propios leoneses.

Rodríguez Montañés se muestra particularmente disgustado. Teme que este fallo en la organización pueda repercutir negativamente en la exposición, que ha comenzado con excelentes resultados de cifras, pese a las altas temperaturas de los últimos días y a la competencia del fútbol.

Rodríguez Montañés pide disculpas a los visitantes y ruega paciencia y comprensión, dado que la muestra «es una apuesta muy fuerte y compleja en la que hay que estar pendiente de mil detalles y es normal que alguno siempre se escape».