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Publicado por
Boquerini
León

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Es más de lo mismo. Las joyas de la corona , el reality veraniego de Telecinco, es como pasar por la turmix Gran Hermano , Operación triunfo , Más que baile y unos cuantos tertulianos faltones y malhablados de los que pueblan el Salvame no se qué . Y con la señorita Rottenmeier como antipática y un pelín sádica maestra de ceremonias manejando el cotarro.

Porque Carmen Lomana es como la señorita Rottenmeier, estirada, dando palmetazos en las manos a sus chicos malos. Hay que asombrarse de la capacidad de Telecinco dando mil vueltas para hacer siempre el mismo programa. No hay diferencias entre tanto Salvamé, Norias y demás espacios donde todos gritan, elevan el cotilleo y la nimiedad a la categoría de noticia, y para convencer no hace falta razonar sino interrumpir y chillar más que los demás. También todos estos realities parecen el mismo. Un grupo de chicos y chicas, cuanto más impresentables mejor, encerrados en una casa para no se qué.

La verdad es que los realities son todos aburridísimos. Entre la creatividad de la ficción, que nos traslada a los límites más sorprendentes de la imaginación, y la realidad de unos tipos diciendo una sandez tras otra, y sin nada de imaginación, no sé ustedes, pero yo me quedo con lo primero.

Como saben, Las joyas de la corona intenta educar y llenar de estilo a unos garrulos. Tienen profesores, pruebas y, lo más importante (no para la educación pero sí para el show televisivo), también estos conviven en una casa.

Resulta sorprendente que precisamente sea Telecinco la que pretenda enseñar buenos modales con la disciplina de la Rottenmeier. Porque la educación no es el fuerte de quienes forman la plantilla de colaboradores de la casa. Es sorprendente que la cadena pretenda premiar por las noches a quienes sepan como comer un langostino, como bailar un vals o como vestirse con estilo y de forma apropiada, mientras que por las tardes se aplaude la ordinariez, el insulto y los malos modos.

Y no quiero hacer sangre con lo de «aunque la mona se vista de seda-¦».