La pesadilla de los jóvenes

Cuatro vuelve a la carga con un nuevo programa de coaching . El campamento se estrenará el 10 de septiembre, y reafirma el gusto de la casa por los programas de ayuda y orientación. Su conductor es todo un veterano, Pedro García Aguado. El medallista olímpico, convertido en Hermano mayor tras haber superado de su adicción a las drogas, se transforma en la peor pesadilla de ocho jóvenes con problemas de conducta en un campamento en plena naturaleza.

«Ha sido muy importante sacar a los chicos de su entorno para que valoren lo que tienen en casa, tanto material como personal», afirma.

Fuera piercings. Nada de móviles ni ordenadores. Adiós a todo el contacto con su día a día para empezar de cero. «Algunos casos son límites. Sus problemas no sólo están relacionados con adicciones. Algunos han tenido problemas con la justicia y estaban en riesgo de exclusión social». Aguado les hará ver las consecuencias de sus actos, y les mostrará el camino a seguir para solucionar el caos que impera en sus vidas.

Cuatro abrió la veda de los programas de coaching en España en 2006. «Fue una consigna desde el principio», explica Alberto Alarcón, director de Programación. El pionero fue Supernanny . Es el más longevo: ya está preparando su sexta temporada, con Rocío Ramos Paul, que nuevamente ayudará a padres que no saben cómo enfrentarse a los problemas que plantea la educación de sus hijos.

La cadena ha conseguido una programación estable los viernes por la noche, protagonizada por personas anónimas que dejan a los telespectadores entrar en su vida, con shares que rondan el 10% y el 1.500.000 de seguidores. «El éxito de estos programas reside en la unión del reality show con el entretenimiento», afirma Vicens Castellano, presentador de Ajuste de cuentas . «Los espectadores encuentran el retrato de un trozo de realidad, con emociones muy intensas, que les pueden ser muy próximas. Se identifican con los problemas que se plantean, y, además, pueden extraer enseñanzas aplicables en su vida cotidiana de un espacio visualmente muy atractivo y dinámico», añade.

La estructura de los programas es muy similar. Una familia anónima plantea un problema que está afectando a sus relaciones personales. El coach o entrenador acude en su ayuda, y pasa con ellos un par de semanas para descubrir el origen del enfrentamiento y mostrarles el camino a seguir para solucionarlo. Los casos que se plantean son representativos de los problemas que tienen los grupos a los que van dirigidos. Bebés, jóvenes problemáticos, familias con apuros económicos, personas con trastornos alimentarios, adicciones o falta de autoestima, parejas en crisis... incluso perros desobedientes. Casi todo se puede reconducir con la ayuda de un coach .