Diario de León
Publicado por
Boquerini
León

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No falla. Llega agosto y todos a la playa. Me refiero a tanto programa con olor a fritanga de chiringuito y a crema solar. Las cadenas cogen sus micrófonos y sus cámaras y mandan a sus becarios a recorrer las playas, preferentemente de Andalucía y Levante, a ver qué encuentran. Y cuanto más hortera sea con lo que se topen, mejor. Aquí no vale una familia con los niños relajándose unos días para volver después a lidiar con la crisis, ni esa pareja que busca el arrullo de las olas para declararse su amor. Aquí hay que retratar lo peor de cada playa. Tipos con barrigones cerveceros mostrando su trasero a los cuatro vientos, pandillas de adolescentes organizando su botellón y poniéndose hasta arriba de alcohol (y otras sustancias) sobre la arena, borrachos de chiringuitos ya desde por la mañana, turistas que se comportan como los peores hooligans , conductas irresponsables, violentas y siempre impresentables a todas horas-¦

Arena Mix en Antena 3, que además se vuelve internacional, Ola, ola (Cuatro), Verano a tope (Telecinco), Summertime (La Sexta)-¦ programas no faltan. Además hay que añadir esos insoportables reportajes playeros de TVE 1, que ponen por las mañanas ( Las mañanas de La 1 ), por la tarde ( España directo ) y si nos descuidamos, también por la noche, y otros engendros como La noche Mix de Antena 3, esa variante de Arena Mix en donde no hay playa pero los descerebrados son los mismos. Cualquier persona con un poco de sentido común que desee irse a la playa esta última quincena de agosto, si ve alguno de esos programas que dan voz a tipos de encefalograma plano, seguro que le entran unas irrefrenables ganas de quedarse en su casa.

Un consuelo para los que nos toca trabajar en este mes. Porque para las teles playas y agosto es sinónimo de juergas, borracheras, gamberradas y todo tipo de conductas impresentables.

En Telecinco suelen poner el rótulo de +18 años ¡Cómo para llevarnos los niños a la playa! En televisión, y siempre es igual, de lo que se trata es sacar a relucir lo peor de nosotros mismos, y magnificarlo y multiplicarlo hasta el infinito.

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