«Los vestigios de Lancia desaparecerán en poco tiempo si no se consolidan ya»
El director de las excavaciones confirma que el informe llegó a Fomento el viernes y el lunes a la Junta
Imagen de una de las estructuras que han salido a la luz con motivo de la construcción de la A-60.
El informe preliminar de la excavación del yacimiento de Lancia llegó al Ministerio de Fomento el viernes pasado y está en la mesa de la Delegación de la Junta desde el lunes. En este documento, los arqueólogos ofrecen datos tales como la funcionalidad de las estructuras descubiertas o una aproximación la cronología de las piezas que han sido exhumadas. Las conclusiones detalladas tendrán que esperar más. «No menos de tres meses», precisa el jefe de la excavación, Gregorio Marcos, que añade que, entre otras pruebas, habrá que realizar análisis de Carbono 14 para descubrir la época de ciertos elementos, así como estudios de planimetría que arrojen más datos acerca de los restos destapados por la construcción de la A-60.
En cualquier caso, Marcos destaca que prácticamente todo lo que se ha descubierto en las cuatro hectáreas excavadas es romano, de un periodo comprendido entre el siglo I a.C hasta el VI. «Creemos, eso sí, que el horno cuadrado es medieval, pero todo lo demás, incluida la estructura termal, es romano», añade. Entre otras piezas han aparecido numerosas colecciones de monedas que abarcan todo el arco cronológico, desde el cambio de era hasta el IV y con la mayoría de las efigies imperiales.
Por otro lado, los trabajos arqueológicos también han sacado a la luz ajuares de los finados en las tumbas excavadas. Ropajes, anillos, broches y agujas de pelo -”dos o tres piezas por cada cuerpo-” han custodiado los cuerpos de los lancienses fallecidos hasta hoy. La mayoría de las tumbas son de incineración, si bien hay algunas inhumaciones (la mayoría de ellas anteriores al cambio de era).
Gregorio Marcos explica que no han aparecido elementos campamentales claros que demuestren que los legionarios pudieron «refugiarse» en la ciudad una vez licenciados. «No hemos encontrado ni lorigas, ni corazas ni, por supuesto, lápidas», subraya el arqueólogo.
Por otro lado, alerta de que el grado de destrucción en que se encuentran los restos no les permitirá resistir en pie por mucho tiempo y advierte de que con la llegada del mal tiempo se vendrán abajo. «La mayoría de las estructuras, de los muros son de argamasa y no aguantarán si no se refuerzan pronto», declara Marcos.
El arqueólogo precisa que aunque finalmente no se apruebe realizar una modificación en la trazado de la autovía, los restos se conservarán puesto que la A-60 lleva una cota alta que permitirá librar todos los restos. «La cota de asiento de la autovía va por encima del yacimiento», explica. Rechaza además la posibilidad aducida por los alcaldes de la asociación cultural Esla Rueda, que sugirieron entre las posibilidades el traslado de los hallazgos para su puesta en valor en el Museo de León. «El 90% no se puede mover ya que las estructuras están talladas en la ladera. Habría que cortar el monte».
En el caso de que finalmente decida modificarse el trazado y conservar los vestigios «in situ» sería necesario construir una nave protectora de no menos de 17.000 metros cuadrados, dada la gran superficie en la que se han realizado descubrimientos.