Entrevista | Kepa Sojo | Profesor de Universidad y director de cine
«El corto permite más libertad en el momento de expresarse»
Sojo, que ganó el premio del público del certamen del 2002 con Looking for Chencho , visitó ayer el festival de cine de Astorga.
-El cine ¿se puede enseñar, como las matemáticas?
-Sí, desde el punto de vista teórico transmitiendo lo que uno vive en los rodajes. Y cuando ruedas aplicas en tu trabajo tus conocimientos de cine.
-Pero habrá una parte intuitiva...
-Sí, y se tiene o no. Si no hay creatividad uno es sólo un buen copista.
-¿Qué cualidades hay que tener para dedicarse al cine?
-Entusiasmo, talento, y ganas. Ahora es más fácil porque cualquiera tiene una cámara de video y un ordenador para editar en casa. Se ha universalizado todo: cualquiera tiene un programa de montaje o de edición.
-¿No existe el peligro de pensar que cualquiera puede dedicarse al cine?
-Sí, hay mucha más oferta y no todo el mundo vale. A veces en los festivales de cine compiten cortos que son muy malos. La universalización es positiva porque facilita el acceso de quienes tienen talento, pero lo negativo es que permite la mediocridad.
-¿Cómo está de salud el cine español?
-En una situación extraña. Hay películas de gran presupuesto, como Ágora o Celda 211, y otras de muy bajo presupuesto, y no hay término medio de películas de un millón y medio de euros o así. Las televisiones apuestan por grandes productos que funcionen en taquilla y es complicado sacar adelante la mediana producción, en la que intento encontrarme yo.
-El cine ¿seguirá dependiendo siempre de la televisión?
-Para hacer cine ahora tienes que tener subvenciones de televisión, en el sentido de que la emisión en televisión se paga, van de la mano. Se hacen películas para la gran pantalla, pero también sólo para televisión, como las tv movies . El futuro es internet, es una ventana todavía por desarrollar. Incluso también lo es la televisión a la carta vista desde un ordenador. La gente seguirá yendo a las salas a ver grandes espectáculos, películas de efectos especiales, pero el resto del cine se puede ver desde distintas ópticas: en tu casa o en un cine club.
-¿Qué ventajas ofrece el corto a la hora de expresarse?
-En poco tiempo se pueden contar muchas cosas. Hay cortos muy caros que son mejores que los largos, y cortometrajistas para los que el corto es el final, no quieren hacer largos. El corto permite producciones más modestas y mayor libertad a la hora de expresarse.
-Festivales como el de Astorga ¿son entonces el sostén fundamental de la libertad de los cortometrajistas?
-Sí, sin ellos el corto no existiría. Uno hace cortos para que se vean, y eso sólo es posible en festivales y en algún programa de televisión, pocos, que los proyecta. Certámenes como el de Astorga son referentes para los directores de cortos.