«Los mejores deseos para la Caja»

«Tenemos la alegría de venir a León para inaugurar la magnífica exposición In principio erat verbum . Queremos expresar nuestra enhorabuena a todos los responsables de la puesta en marcha en esta sede de Caja España, otra gran aportación para conmemorar este año el XI centenario del Reino de León. Gracias por recibirnos con el cariño de tantos leoneses y nuestros mejores deseos para el futuro de este Caja». Con estas palabras, los príncipes de Asturias agradecían ayer en el libro de honor de Caja España la invitación a presidir la inauguración de la muestra El Reino de León y sus beatos . Poco antes, la princesa había solicitado visitar las torres del palacio de Botines, una de las cuales aún conserva las maderas originales con las que el genio modernista quiso revestir el edificio. Los responsables de la entidad financiera ofrecieron a los herederos una mirilla de estaño y madera como las que lucen en la puerta de las viviendas de la Casa. Además, doña Letizia aceptó un colgante y don Felipe unos gemelos de plata que -"según aseguraron-" se puso en ese mismo momento.

Inmediatamente después descendían al vestíbulo del palacio donde les esperaban las autoridades que acababan de finalizar -"atendidos por el magisterio de Margarita Torres-" su propio recorrido por la muestra. Allí les esperaban la ministra González Sinde, el presidente Juan Vicente Herrera, el alcalde, Francisco Fernández, la presidenta de la Diputación, Isabel Carrasco o el presidente de las Cortes, José Manuel Fernández Santiago.

Con la poesía. Los príncipes dedicaron una atención especial al poeta Antonio Gamoneda, que les dio cuenta de la ajetreada vida que le toca vivir cuando está a punto de doblar la cuarentena. Tantos solicitan su magisterio poético que ha tenido que rechazar la invitación de asistir a sendas celebraciones literarias en Tokyo y Nicaragua. «Trabajo demasiado, a veces hasta quince horas diarias. Ayer mismo me dieron las cuatro de la mañana escribiendo», dijo, antes de recordar que comparte paisanaje con la princesa.

Una de las invitadas al acto destacó que había departido con doña Letizia y el Príncipe acerca de la educación de las infantas. «Me aseguró que la infanta Leonor es más mandona, pero que se pasa el día cuidando a su hermana», destacó, al tiempo que subrayaba el hincapié que la princesa había hecho en la atención personal que dedica a las infantas.

La ministra, Ángeles González Sinde, se mostró más breve -" «hoy no es día de declaraciones»-" y rechazó hablar del futuro del Emperador como contenedor del Centro Nacional de Artes Escénicas y Músicas Históricas. Don Felipe y Doña Letizia «comenzaron a irse» a las dos de la tarde. Fue complicado. Los invitados al acto les solicitaban de manera insistente su atención para inmortalizar el momento. Fueron más de dos horas y, alguien citó a la princesa, «seguid invitándonos a venir a León».