La Olivetti huérfana y el sillón vacío
La Casona de los Pérez expone «Cualquier tiempo pasado», parte del legado vital de Victoriano Crémer
La máquina de escribir que durante décadas parió infinidad de inspirados versos, novelas, narraciones y columnas no parece creérselo. Inmóvil y silenciosa, hace compañía a un sillón igualmente desocupado. Sorprendida de su inactividad, parece añorar aquel traquetreo implacable al que la sometía Victoriano Crémer Alonso, el decano de los escritores y los periodistas leoneses que hace un año abandonaba este mundo tras haberlo vivido y contado durante algo más de un siglo.
Son dos de los pobladores de Cualquier tiempo pasado , la exposición dedicada al legado vital y profesional de quien fuera Cronista Oficial de León y que ayer se inauguró en la Casona de los Pérez (Suero de Quiñones, 8), sede de la Fundación Carriegos, esto es, la institución a la que Crémer quiso dejar en herencia gran parte de su biblioteca y recuerdos personales para crear con ella un aula que perpetuase su memoria e incentivase la producción artística en otros creadores.
Cerca de la pareja formada por la desconcertada Olivetti y el vetusto sillón descansan el birrete y la toga que usó el autor cuando fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad leonesa, y algunos diplomas atestiguan la extensa nómina de galardones que recibió en vida. Entre ellos, el que acompañó la Medalla al Mérito del Trabajo concedida en el 2007.
Pero lo que abunda sobre todo son obras de arte: parte de la gran cantidad de pinturas, especialmente de artistas leoneses, que atesoró Crémer a lo largo de su trayectoria, dedicada intensamente, en una de sus etapas, a la crítica de exposiciones.
Las obras de Modesto Llamas, Sáenz de la Calzada, Norberto Beberide, Bonifacio Uriarte, Lapayese del Río, Petra Hernández, Manuel Alcorlo, Ángel González, Bardasano, Sánchez Carralero, Ignacio Gil, Víctor Casas, Luis García Zurdo o Vela Zanetti van acompañadas de un fragmento del comentario que en su día les dedicó don Victoriano. También hay grabados y una selección de algunos de los más curiosos libros que poseía en su inmensa biblioteca el autor de la célebre columna del Diario de León Crémer contra Crémer : «Primeras ediciones de obras de grandes escritores como Pedro Salinas o Jorge Guillén, o impresiones antiguas de la Galatea cervantina o de santa Teresa de Jesús» (justo ayer se celebraba el día de Santa Teresa, la patrona de los escritores españoles), como detalló el presidente de la Fundación Carriegos, Santos Llamas, quien agradeció, «con enorme cariño», a Rosa Crémer y al resto de la familia la gentileza por haber cedido el material, parte del cual ahora se expone. «Hemos terminado de catalogar este primer bloque», comentó Luisa Traseira, comisaria de la exposición; pero «habrá más», tal y como se adelantó a los medios.
Y es que los organizadores han querido reproducir el ambiente en el que tenía lugar el proceso creativo del autor. El objetivo declarado del Aula Crémer, que ya ha recopilado 5.600 libros y 30.000 documentos, es el de «reunir todo lo que rezume Crémer». Pero no sólo, también de otros artistas como José Vela Zanetti, del cual se tiene, por ejemplo, su bufanda y su pipa.
La muestra, ubicada en la parte baja del inmueble, podrá verse hasta el 26 de noviembre.
Horario : de lunes a viernes de 10.00 a 14.00 (jueves y viernes también de 17.00 a 21.00). Calle Suero de Quiñones, 8.