La buena esposa
El invento del maligno rosa belmonte
T he Good Wife es la increíble serie normal. Y de todos los estrenos del año pasado en EEUU, la mejor. Una de abogados que es mucho más que una de abogados. Con un caso semanal (eso que los cursis llaman -˜una serie procedimental-™) y con un arco argumental extendido que mantuvo el interés en la primera temporada y sigue atrapando en la segunda. Nova la estrenó ayer a la hora de la enésima reaparición de Belén Esteban. The Good Wife, que sí, que se podría haber llamado La buena esposa ( igual que Buried podría haberse titulado Enterrado ) partía con la excusa del día en que el gobernador de Nueva York, Eliot Spitzer (ahora en la CNN), reconoció públicamente que había contratado los servicios de una prostituta. Detrás, su mujer. Con gesto digno e imperturbable. Todo el mundo se fijó en esa mujer. En la buena esposa. Pero Robert y Michelle King, los creadores, solo la tomaron como punto de partida. Luego se montaron su película. Su serie. Clásica, sin innovaciones aparentes y hasta con estructuras narrativas cambiantes.
Así, hay veces en que la secuencia inicial, el teaser ( lo que va antes de los créditos), es más larga y a veces más corta, depende de la necesidad (en House siempre es igual, como igual es su estructura narrativa: sota, caballo y lupus). La buena esposa, que aquí es la mujer del fiscal de Chicago dimitido también por un quítame allá esas putas (aunque hay algo más), es abogada y vuelve a trabajar mientras su marido va a la cárcel. La actriz es una enorme Julianna Margulies casi desaparecida desde su enfermera Hathaway de Urgencias. Pero aun siendo el de Alicia Florrick un personaje fascinante, todos lo son. Will, Cary, Jackie, Elie Gold y, sobre todo, Kalinda, la detective. Archie Panjabi, la actriz que la interpreta consiguió el último Emmy como actriz de reparto en drama. Prefiero a Christine Baranski, que hace de jefa del despacho, pero su personaje no es tan bombón. De todas maneras, tiene la suerte de estar en una serie modelo. Un clásico renovado que debería servir de ejemplo de buena televisión. Por eso se va a Nova.